El caso Lava Jato ha cobrado su principal víctima —hasta ahora— desde que, en marzo de 2014, estalló la monumental trama corrupta en la estatal Petrobras, el mayor escándalo de corrupción en Brasil y América Latina de la historia: Lula da Silva, el expresidente más popular del país, fue condenado este miércoles a nueve años de cárcel por corrupción y lavado de dinero.
El juez federal Sergio Moro, quien estuvo a cargo de la investigación, explicó en su sentencia que no ordenó una prisión cautelar del exmandatario para evitar "ciertos traumas", pero lo halló culpable de haber aceptado y reformado un departamento lujoso de tres plantas en una zona exclusiva en la costa de Sao Paulo por un valor de 3,7 millones de reales (1,1 millones de dólares), todo pagado por la constructora OAS a cambio de contratos públicos con Petrobras.
Lula podrá apelar la condena de primera instancia, lo que evitará de momento que sea recluido en una prisión, pero una confirmación del fallo implicaría también la inhabilitación política del carismático líder, quien no ha ocultado su ambición por presentarse de nuevo a las elecciones generales de 2018.
Lula fue presidente de Brasil entre 2002 y 2010, en dos periodos de gran bonanza económica y un fuerte crecimiento que hasta ahora mantienen en muchos de sus compatriotas un buen recuerdo, más aún ahora que el país atraviesa uno de sus peores momentos económicos y políticos.
¿Por qué no irá a prisión de momento?
En su fallo, Moro afirma que podría "decretar la prisión preventiva" de Lula, con el fin de prevenir la "destrucción de pruebas", pero luego agrega que como "la prisión cautelar de un ex presidente de la República no deja de implicar ciertos traumas, la prudencia recomienda que se aguarde el juzgamiento de la Corte de Apelación antes de que se produzcan las consecuencias propias de la condena".
El magistrado en mención tiene a su cargo otros cuatro procesos por corrupción pendientes de resolución contra Lula, que han mellado la imagen del carismático expresidente que sacó a 30 millones de brasileños de la pobreza, y que siempre juró estar de espaldas a las élites, pero que ahora parece no estar tan limpio como parecía.
¿Puede postular en los próximos comicios?
Así, el líder del izquierdista Partido de los Trabajadores podrá apelar la sentencia en libertad ante el Tribunal Regional Federal (TRF) de Porto Alegre, que se toma, en promedio, un plazo de un año y medio para revisar las sentencias de Moro. O sea, hasta entonces, nada le impide a Lula ser candidato presidencial en los próximos comicios, en los que figura primero en las encuestas, aunque también con un alto nivel de impopularidad que le dificultaría el triunfo en una segunda vuelta.
Incluso, en la eventualidad de que el TRF ratifique en menor tiempo la condena, Lula podría interponer un recurso cautelar que lo habilite para ser candidato hasta que su caso sea revisado por el Superior Tribunal de Justicia (STJ) o el Supremo Tribunal Federal (STF), pero no sería sencillo de conseguir.
Pero sea como fuere, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) sigue teniendo un respaldo considerable en las calles, en un país en el que la clase política se ha desmoronado, tras la destitución de Dilma Rousseff y la presidencia cuestionada de Michel Temer. Así, Lula aparece como una opción más que atractiva para una buena parte de brasileños que lo sitúan a la cabeza de la intención del voto para las elecciones de 2018.
Pero quizá el mayor y más poderoso enemigo de Lula, además de Moro, es ese lujoso apartamento en Sao Paulo que tanto se menciona en la investigación de la justicia que no lo deja bien parado, porque concluye que, en 2005, su mujer hizo un adelanto de dinero a la cooperativa Bancoop para que lo construyera. Luego, Lula se convirtió en inversor de Bancoop, que en 2008 pasó a manos de OAS, la firma que, de acuerdo con el juez Moro, reformó el inmueble, se lo regaló y ahora lo ha dejado a un paso de la cárcel.
Lee también:
"Lula da Silva ha sido condenado sin pruebas, es vergonzoso": Partido de los Trabajadores
Brasil: Luiz Inácio Lula da Silva es condenado a 9 años y medio de prisión por juez Moro [VIDEO]