Este viernes empieza la cumbre de los países que pertenecen al G20 en Hamburgo, Alemania. En una anterior nota mulera se ha reseñado los temas que se discutirán, y uno de ellos es el medioambiental. De hecho, al menos en teoría, la acción climática será uno de los objetivos prioritarios de la reunión internacional.  

El G20 ha llevado un proceso interesante a través de un Grupo de Trabajo sobre Sustentabilidad (SWG) -que incluye energía y cambio climático- desarrollando un plan de acción que considera varios aspectos de la agenda del Acuerdo de París: limitar la temperatura del planeta muy por debajo de los 2°C  (idealmente a 1,5ºC), estrategias de largo plazo, aumento de las propuestas de cada país para reducir su emisiones de gas de efecto invernadero, transición energética, cambio en los flujos de financiamiento climático, entre otros. 

Esto es muy interesante, pero habrá que ver qué ocurrirá cuando se presente el plan de acción para su aprobación final, tomando en cuenta la posición de Donald Trump sobre el acuerdo firmado en la COP21. El peor escenario es que no se apruebe el plan, el mejor es que se acepte con una anotación  pendiente respecto de Estados Unidos.

Más allá de ratificar el Acuerdo de París, se supone que el G20 debe lograr avances implementando de manera ambiciosa el acuerdo y ayudando a otros países a hacer lo mismo. Por ello, organizaciones académicas y científicas, así como activistas ambientalistas, se han manifestado y exigen que el cambio climático sea atendido.

Misión 2020

La Misión 2020 es una iniciativa global que propone ayudar a todos los países del mundo a que lleguen a un punto máximo de emisiones para el año 2020 y empezar a reducir las emisiones después de ello. Su coordinadora, Christiana Figueres, exsecretaria ejecutiva de la Convención Climática de Naciones Unidas, llama a los líderes de las potencias económicas a demostrar su compromiso para la atención al cambio climático y de esta manera, generar un precedente hacia otros líderes mundiales que estén interesados en incrementar sus compromisos en el marco del Acuerdo de París. 

La plataforma define seis sectores prioritarios: energías renovables; planes de acción para descarbonizar edificios e infraestructuras; transporte eléctrico; políticas de uso de la tierra que reducen la destrucción de bosques y pasan a reforestación y esfuerzos de forestación;  industria descarbonizada;  financiamiento del cambio climático.  

"La reunión del G20 es un momento ideal para que los jefes de estado integren los seis hitos en sus debates sobre cómo asegurar una economía global resiliente, próspera, inclusiva e interconectada. Esto prepara el camino para un año de incremento en las ambiciones en 2018, cuando las naciones hagan un balance del progreso y revisen los compromisos nacionales bajo el acuerdo de París", detalla Figueres.

Sociedad civil

Durante esta semana ha habido manifestaciones de activistas ambientalistas contra la cumbre. Pancartas con el lema “El planeta Tierra primero”, en alusión a la frase de Trump (“America first), abundaron en la calles de Hamburgo. Ellos exigen como medida para la protección del clima, el abandono del uso del carbón como fuente de generación de energía.

Asimismo, insta a los líderes del G20 que, reconociendo los riesgos del cambio del clima global en cada una de las dimensiones de la sostenibilidad y su rol ético en la transformación de nuestras sociedades hacia sistemas residentes y ecológicamente viables, den prioridad al cambio climático y demuestren un firme compromiso para aplicar el Acuerdo de París. 

"Los países del G20 deben dar el impulso político necesario para desencadenar un proceso en 2018 que permita y asegure que los países están preparados para revisar y mejorar sus Planes de acción climática (NDC) para 2020, en consideración a que los objetivos actuales son insuficientes para cumplir limitar el aumento del calentamiento global en 1,5C", dice Climate Action Network en un comunicado alcanzado a LaMula.pe. 

La organización civil añade que como parte de la transformación necesaria para descarbonizar las economías y avanzar hacia el 100% de energías renovables, los países del G20 deben alinear las regulaciones financieras con los objetivos de sostenibilidad, cambiar los flujos de financiamiento y desbloquear las finanzas verdes. Esto no sólo cumplirá los objetivos del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sino que también resultará en sociedades más inclusivas y resistentes.

Hay buenas intenciones, expectativas y dudas. El peso de Estados Unidos y su influencia es innegable, pero la cumbre del G20 es una oportunidad para que la mayoría de quienes han participado en las negociaciones climáticas durante la última COP cierren filas y mantengan, cumplan e implementen el Acuerdo de París.