El cardenal George Pell, encargado de las finanzas del Vaticano, admitió y condenó, en el 2016, el encubrimiento de casos de pederastia en el seno de la Iglesia Católica australiana. Ahora, tras poco más de un año, él mismo es acusado de múltiples abusos sexuales en Australia.

El caso salió a la luz hace ocho meses cuando los agentes policiales interrogaron a Pell en Roma, sobre supuestos abusos sexuales cometidos durante el periodo en el que este era sacerdote en la ciudad de Ballarat (1976-80) y cuando fue arzobispo de Melbourne (1996-2001), ambas en el Estado de Victoria, explicó el comisario la Policía local,  Shane Patton.

Por supuesto, Pell negó categóricamente cada una de las imputaciones y el Vaticano decidió creerle y respaldarlo: no ha exigido su dimisión.

El cardenal, de 76 años y uno de los hombres más importantes en la Curia Romana, deberá comparecer el 18 de julio ante el tribunal de primera instancia de Melbourne para dar explicaciones. Por ello, viajará hasta Australia para defenderse de las imputaciones.

"Estos problemas llevan siendo investigados dos años. Se han filtrado a los medios, es un asesinato implacable. La decisión se ha alargado durante más de un mes. Estoy esperando que llegue mi día en el tribunal para defenderme, soy inocente de estos cargos. Son falsos. La completa idea de abuso sexual es aberrante para mi", señaló el sacerdote a los medios.

El Vaticano, por su parte, ha publicado un comunicado de apoyo:

"La Santa Sede recibe con desagrado la noticia del envió a juicio del cardenal que, en el pleno respeto de las leyes civiles y reconociendo la importancia de su participación de modo que el proceso se desarrolle de forma justa y se favorezca la búsqueda de la verdad, ha decidido volver a su país. El Santo Padre le ha concedido un periodo de excedencia para poderse defender".

Es más, en la nota se manifiesta la opinión del Papa sobre el cardenal. "El Santo Padre, que ha podido apreciar la honestidad del Cardenal Pell durante tres años de trabajo en la Curia Romana, le agradece la colaboración, en particular por el encargo a favor de las reformaras económicas y administrativas y su activa participación en el Consejo de Cardenales".

Este apoyo también se ve reflejado en la constante comunicación entre Pell y el Sumo Pontífice "La última vez fue ayer. Hemos acordado que limpiaré mi nombre en Australia, y le estoy muy agradecido por su apoyo. Soy completamente claro y consistente en el rechazo de estas acusaciones. Quiero limpiar mi nombre y volver a Roma para seguir trabajando", dijo el cardenal australiano.

DATO

► Paradójicamente, una de las primeras medidas que tomó el Papa Francisco al llegar al cargo fue la de impulsar una cruzada en contra de la pederastia y en el 2013 creó una comisión específica para luchar contra este delito en el seno de la Iglesia.

(Foto de portada: Infobae)

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