Amigos cercanos de Liu Xiaobo, intelectual y activista chino ganador del Nobel de la Paz del 2010, desea viajar al extranjero para tratarse el cáncer de hígado terminal que lo aqueja, de acuerdo al testimonio de uno de sus amigos más cercanos a la agencia Efe. 

"¡Debe ir al extranjero a recibir tratamiento! ¡Es su voluntad [en referencia a Liu Xiaobo y su esposa Liu Xia]!", dijo la persona que prefirió mantenerse en el anonimato y quien aseguró que el activista se encuentra "muy mal de salud". 

Debido a la gravedad de su enfermedad, Liu Xiaobo, doctor en literatura china, fue excarcelado para luego ser internado en un hospital de la ciudad de Shenyang, en donde es atendido por ocho de los oncólogos más prestigiosos de China, según informó la Dirección de Prisiones de la referida localidad. No obstante, el gobierno de Pekín hace "oídos sordos" a la solicitud del Nobel de viajar al extranjero. De hecho, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino ha emitido un comunicado en el cual solicita a la comunidad internacional que no interfieran en sus asuntos. 

Aunque la comunicación no es específica, es evidente que sus destinatarios son las representaciones de países occidentales que han expresado su preocupación por la situación del intelectual. Por ejemplo, Mary Beth Polley, portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Pekín, ha solicitado al gobierno chino liberar al disidente y a su esposa, Liu Xia (quien hace poco declaró que el cáncer de su marido era inoperable), y permitirles el acceso médico que ellos deseen.

 De acuerdo con el abogado de Liu Xiaobo, Mo Shaoping, el intelectual fue liberado el 23 de mayo pasado tras informarle que padecía un cáncer avanzado. En diálogo con el diario El País, denunció que Liu Xia —quien está con arresto domiciliario— no ha podido visitar a su esposo, a pesar de que le corresponde por ley ese derecho. 

"De acuerdo con las leyes chinas, su esposa, Liu Xia, debería poder visitarle, pero no se ha puesto en contacto con nosotros", afirmó. 

El escepticismo sobre el cuidado que da el gobierno chino a sus disidentes es muy grande, debido a los antecedentes. Así lo expresó Hu Jia, amigo de la pareja al recordar —en diálogo con el diario español— el caso de Cao Shunli, una ciudadana opositora al régimen que fue entregada a su familia gravemente enferma, y el de Gao Zhisheng, un veterano abogado puesto en libertad cuando había perdido casi todos los dientes y sufría de cojera. 

"Parece que China intenta evitar la culpa por otra muerte en prisión: ¿Por qué liberar a Liu Xiaobo después de casi 9 años cuando está enfermo terminal?", escribió, por su parte, en un tuit Renee Xia, de China Human Right Defenders. 

No es la única activista de derechos humanos en pronunciarse, ciertamente. 

"Que a las autoridades les haya parecido bien detener arbitrariamente a su esposa, Liu Xia, todo este tiempo demuestra precisamente lo calculada que sigue siendo la brutalidad de Pekín", afirmó Sophie Richardson, directora en China de Human Rights Watch. 

De  Tiananmén a la cárcel

En 1989, Liu Xiaobo dejó el puesto académico que tenía en Estados Unidos para volver a China y unirse a los estudiantes que demandaban mayores libertades en la icónica Plaza de Tiananmén. Gracias a su intervención evitó que muchos de ellos murieran a causa de los disparos de los tanques. Luego sería detenido hasta 1991. Entre 1996 y 1999 cumplió otra sentencia. Un año después sería condenado a 11 años tras ser culpado de subversión. 

Para tener en cuenta

► Un PoderJudicial independiente, separación de poderes y derecho al voto eran los tres pedidos que hacía Liu Xiaobo como activista. 

[Foto de portada: Getty Images]

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