La ministra de Salud, Patricia García, defendió este sábado el reglamento de la Ley de la Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes, cuestionado por diversos sectores porque se fijaron unos límites menos estrictos para la comida chatarra y por el plazo de tres años y medio que se le da al sector industrial —el mayor opositor a la norma— para que se adecuen e implementen el nuevo etiquetado de sus productos.
Según la funcionaria, en la versión final del reglamento publicado este sábado por el Gobierno —que dista mucho de la propuesta que elaboró su sector— se tomó como base el "modelo de Chile", que consta de tres etapas para reducir de forma progresiva los parámetros de azúcar, grasas y sodio en los productos.
"Lo que hemos tomado como base para poder hacer la implementación de este proceso es tomar el modelo de éxito de Latinoamérica, que es el modelo chileno", dijo García en diálogo con el doctor Elmer Huerta, quien conduce el programa "Cuidando tu Salud" en RPP, tras señalar que en este tema han estado trabajando con la Organización Panamericana de la Salud (OSP).
En Chile —donde en promedio el 60% de la población adulta tiene problemas de obesidad— hace un año entró en vigencia el reglamento de la ley que obliga a la industria a que advierta, a través del etiquetado, cuando el consumidor compra un producto alto en los componentes mencionados, que son dañinos para la salud.
Pero los valores de grasas, azúcares y sal aprobados en Chile distan mucho de los que recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud), los cuales el Perú se comprometió a respetar en el Decreto Supremo Nº 007-2015-SA. "Los niveles que plantea la OMS son la gran aspiración a la que debemos de llegar y espero que lleguemos a ese nivel eventualmente", alegó la ministra peruana al respecto.
García además se refirió a los resultados que muestra el reglamento en Chile, donde —según un estudio de opinión—, en un año, un 30% de los consumidores asegura haber cambiado sus hábitos gracias a la Ley de Etiquetado de Alimentos.
"La gente comienza a reconocer y decir que si ese [producto] que tiene el sellito no lo como y voy por el otro. También ha hecho que la industria dé señales de adecuación. Por ejemplo, comienzan a ponerle menos azúcar a los cereales", refirió la titular de Salud. "Es importante dar esta adecuación poco a poco", agregó.
En este punto, García coincide con Raúl González Montero, representante de la OPS/OMS en el Perú, quien asegura que el modelos aplicado por Chile está dando buenos resultados. "Lo más importante es tener un sistema de información clara, que un consumidor sin conocimientos técnicos pueda comprender si un producto es una amenaza o no para su salud", dijo a La República.
Salud vs. industria
Sobre las críticas y cuestionamientos, el ministra de Salud sostuvo que espera trabajar en este tema con el Colegio de Nutricionistas y los defensores de los consumidores. "Tenemos que seguir para adelante. Es importante aprender de las lecciones de otros países y eso es lo que hemos hechos", insistió.
"El chileno es el modelo más exitoso. Tiene mucha información. Han incluido mediciones, seguimiento para ver cómo ir direccionando o ajustando lo que se va haciendo. Han aprendido que la adecuación poco a poco es lo que probablemente puede funcionar mejor".
Pero el problema que advierten expertos como el excongresista y promotor de la ley de alimentación saludable, Jaime Delgado, es que el reglamento aprobado por el Gobierno contraviene la norma, que es clara cuando señala que las advertencias de alto en azúcar, sodio y grasas se fijarán en función a los estándares de la OMS, y al fijar parámetros por encima de esos valores, como ha ocurrido, provocará, por ejemplo, que un producto alto en azúcar, sodio o grasas se consuma como si fuera saludable.
Por ejemplo, en cuanto a los límites de los valores permisibles, la propuesta del Minsa establecía que todo alimento líquido con 50 mg (miligramos) o más de sal por cada 100 mililitros de producto, debería ser etiquetado con una advertencia que dijera "ALTO EN SODIO". Pero el reglamento final publicado este sábado, fija el el doble de esa cantidad.
El otro cuestionamiento es el periodo de adecuación a la norma para la industria. El reglamento dice que los parámetros técnicos serán aplicables a partir de los 39 meses de la aprobación del Manual de Advertencias Publicitarias, documento que la ley original —aprobaba en 2013— no contemplaba y que ahora estará a cargo del Minsa, que tiene como plazo máximo para su redacción dos meses, a partir de la publicación del reglamento.
Para Alexandro Saco, representante de Foro Salud, el reglamento no necesita tanto tiempo para implementarse. "Es una burla, la norma tiene otras consideraciones como el observatorio nutricional y los quioscos escolares. Están convirtiendo el reglamento en un documento semiinaplicable", dijo.
PROUNCIAMIENTO CONJUNTO
La decana del Colegio de Nutricionistas del Perú, Saby Mauricio, y el presidente de Aspec, Crisólogo Cáceres, señalaron que el reglamento en mención es "una burla al país" porque se han introducido una serie de disposiciones que vulneran el espíritu de la Ley N° 30021.
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