De vuelta al frigorífico. Treinta meses después del histórico acercamiento entre EEUU y Cuba, promovido por el expresidente estadounidense Barack Obama, el actual mandatario Donald Trump da marcha atrás en este proceso de apertura: prohibirá el flujo comercial con el conglomerado militar que cuenta con el 60% de la economía, limitará los viajes a la isla y retomará la retórica del látigo.  

“La política de Obama solo ha servido para incrementar la represión. Vamos a dar marcha atrás y dar el poder al pueblo cubano frente a los elementos represivos del régimen. Habrá cotas, de forma que si hay liberación de presos o elecciones, avanzaremos”, señaló un portavoz de la Casa Blanca.

Tampoco restablecerán el tratamiento preferencial que hasta diciembre recibían los cubanos que llegaban a EEUU, lo cual podría responder a que los actuales inmigrantes tienden a votar por los demócratas en lugar de los republicanos.

El argumento para este retroceso son las sistemáticas violaciones de derechos humanos y la falta de democracia en Cuba. Cabe destacar que Trump no dará marcha atrás en la reapertura diplomática bilateral.

Algunas medidas permanecen. Por ejemplo, no se tocan las remesas ni se prohíben los vuelos comerciales ni el tráfico de cruceros.

Según El País, el objetivo de Trump es desincentivar el trato con el régimen cubano y claro, el principal afectado será el Grupo de Administración Empresarial (Gaesa) por el cual las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia controlan el 60% de la economía cubana. ¿Qué afectará? Toda la actividad económica del país, estatal y de pequeños empresarios: hoteles, entidades de exportación e importación, supermercados, cadenas de ropa, recepción de remesas, restaurantes, marinas, transferencias bancarias, alquiler de inmuebles y más.

Ahora, el turismo a la isla, que en los cinco primeros meses de este año alcanzó la cifra de 285.000 ciudadanos (la misma cantidad en todo el 2016). Se controlará con detalle las 12 categorías de viaje con los que se permite el desplazamiento de estadounidenses a Cuba. Es más, planea eliminar la modalidad "persona a persona", una de las más extendidas, que permite viajes bajo motivos educacionales. Por el momento, los viajes de cubanoamericanos quedarán a salvo.

Si bien al inicio de la última campaña electoral de EEUU Trump se mostró a favor del deshielo con Cuba, a medida que fue necesitando fuerzas para derrotar a Hillary Clinton, cambió su posición en busca del apoyo del anticastrismo y de senadores como Marco Rubio en Florida.

Para Jason Marczack, del think tank Atlantic Council, "el sistema cubano ya ha demostrado su resistencia a los intentos de aislamiento de EEUU durante las pasadas cinco décadas". Además, dijo que medio millón de ciudadanos cubanos cuentapropistas que se benefician de la apertura con EEUU evidentemente se pueden ver perjudicados por las nuevas medidas.

Estas medidas serán anunciadas en el Teatro Manuel Artime, que toma su nombre, nada más y nada menos, de uno de los líderes de la Brigada 2.506, grupo de 1300 exiliados cubanos que en abril de 1961 intentó invadir Cuba, bajo la presidencia de Kennedy.

(Foto de portada: Drew Angerer/Getty Images)

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