Accedieron a cuentas y ordenadores durante meses hasta los días finales de los comicios de noviembre pasado en EEUU. Más de 122 funcionarios electorales, compañías de servicios y por lo menos una computadora sensible fueron blanco del espionaje militar ruso, el Comando General ruso (GRU), que atacó a gran escala al sistema electoral estadounidense. Así lo cuenta la publicación digital The Intercept que ha revelado el informe secreto de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) del 5 de mayo pasado.  

“Vladímir Putin ordenó una campaña en 2016 contra las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El objetivo de Rusia era socavar la fe pública en el proceso democrático, denigrar a la secretaria Clinton y dañar su elegibilidad y potencial presidencia. Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por Trump”, sostiene un análisis conjunto de la CIA, FBI y NSA, citado por El País.

La NSA se ha negado a confirmar los datos filtrados, pero detuvo a la contratista de inteligencia Reality L.Winner, de 25 años. Se la ha imputado el delito contra la seguridad nacional, pues de acuerdo al Departamento de Justicia, ha reconocido que imprimió el expediente clasificado de alto secreto y que lo envió por correo. The Intercept asegura que el documento le fue entregado de manera anónima.

Como se sabe, ya los servicios secretos de EEUU habían acusado al gobierno ruso de intervenir en las últimas elecciones estadounidenses, con el fin de perjudicar la candidatura de Hillary Clinton y al Partido Demócrata. El presidente Putin volvió a negar la injerencia en una entrevista que dio a la televisión estadounidense y al día siguiente se revelaron estas filtraciones. 

Las revelaciones llegan a tres días de que el exdirector del FBI James Comey testifique ante el Senado sobre la marcha de la investigación del escándalo que ha sido bautizado como el ‘Rusiagate’ , así como las circunstancias de su salida tras ser despedido por el presidente Donald Trump.

El FBI, un fiscal especial y dos comités del Congreso de EEUU ya abrieron sendas investigaciones para determinar si, efectivamente, hubo coordinación entre Moscú y el equipo electoral del Partido Republicano en los últimos comicios para afectar a Clinton.

De acuerdo al informe de la CIA, FBI y NSA, en esta operación encubierta, el Kremlin recabó el apoyo “de agencias gubernamentales rusas, medios públicos, intermediarios de terceros partidos y hasta trolls digitales”. Los ordenadores del Comité Demócrata Nacional y el saqueo de cuentas de altos cargos próximos a Clinton, como John Podesta, su jefe de campaña, fueron los puntos claves en el ataque.

¿Cómo lo hicieron? Enviaron correos anzuelo (spear phishing) a funcionarios electorales y compañías asociadas al registro de voto. En estos correos se hacían pasar por Google u otras empresas y redirigían a una página falsa en donde se apoderaban de las contraseñas.

El informe de la NSA no detalla si el operativo para hackear dichas cuentas tuvo éxito o no.

DATOS

La publicación de The Intercept tiene como editor a Glenn Greenwald, periodista que asistió al analista de seguridad Jhon Snowden a filtrar documentos secretos de la NSA sobre programas de vigilancia ilegales.

(Foto de portada: NBC News)

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