El Día Internacional del Medio Ambiente se celebra cada 5 de junio en todo el mundo y fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este año, el país anfitrión es Canadá. No solo en este día es necesario recordar la importancia de actuar para evitar más contaminación en nuestro planeta.  

Las 4 R del reciclaje son: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar. 

Esta fórmula básica para vivir debe estar en nuestras memorias para siempre pues es fundamental para tener un estilo de vida sostenible. La palabra sostenible es un adjetivo que significa que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente, según la Real Academia Española (RAE). Es decir, vivir cuidando el mundo y preocupándonos por las generaciones futuras.

Por ejemplo, el separar los residuos que se generan a diario para depositarlos en un contenedor adecuado es un buen comienzo para cambiar nuestros hábitos. Veamos qué otras actividades que, incluso no te demandarán mucho tiempo, podrías agregar a tus días para el cuidado del medio ambiente.

1. Preclicar

El preciclaje (precycling) es un término que nació en 1989 en la ciudad de Berkeley (California, Estados Unidos) cuando impulsaron una campaña para que los ciudadanos compraran alimentos envueltos en materiales biodegradables o reciclables. Hoy esta actitud se ha expandido y abarca todo aquello que tú puedes hacer para evitar que un residuo llegue al contenedor.

En Suecia es común practicar esta actividad pues casi la mitad de sus habitantes compra al menos un producto ecológico al mes. Otro modo de considerar esta práctica es como lo hizo una famosa cadena de comida rápida que recogió latas el verano pasado: si le llevabas 10, te daban una hamburguesa con queso; por 40 más, te llevabas su hamburguesa estrella.

Una conocida marca de ropa de ese país recoge bolsas de ropa usada para producir prendas ecológicas. Y la red de farmacias más importante de ese país recibe gratis los envases de los medicamentos vendidos para que sean directamente incinerados en plantas generadoras de energía, sin pasar por el depósito de la basura.

Hasta el momento son pocas o casi nulas las iniciativas del sector empresarial en nuestra región sobre los productos que elaboran y por los que deberían preocuparse que sean hechos con materiales biodegradables, como lo son las bolsas.

2. Cuida la energía

Los países nórdicos son un referente para nuestra región sobre aprender a transformar la basura en energía. Mientras eso ocurre al otro lado del mundo, en Perú puedes empezar por desconectar todo aparato que no estés usando para evitar el consumo de energía en vano, pues éstos lo hacen pese a que están apagados. Recordemos que la emisión de CO2 es la principal responsable del efecto invernadero.

Para ahorrar energía usa focos ahorradores o de tipo LED que reducen el consumo eléctrico y que tienen una vida útil mucho más amplia que la de los focos incandescentes. También puedes utilizar luces pequeñas como lámparas, cuando estés viendo tele o leyendo.

3. Ahorra el agua

Sobre el agua, existen ya muchos dispositivos para ahorrar como las cabezas de ducha de flujo reducido, que aumentan a su vez la presión para que tú ni lo notes, colocar una botella llena de agua al interior del tanque del inodoro o usar de a pocos el agua que arrojan los grifos de los caños. Cuando te bañes, puedes calcular el tiempo escuchando una canción mientras lo hagas para no despilfarrar este elemento no renovable.

4. Opta por vehículos no contaminantes

En Europa se utilizan los autos híbridos como tecnología alternativa. Éstos usan un sistema que combina un motor de gasolina y otro eléctrico, con lo que reducen al mínimo el consumo y las emisiones, pero mantienen la potencia de vehículo movido solo por combustible.

Entre los modelos sostenibles están el nuevo Kia Niro, que mantiene la velocidad elegida y la distancia de seguridad con el coche precedente y te avisa si te desvías de tu trayectoria mientras respetas al medio ambiente. 

Usar el transporte público y otros medios de transporte como la bicicleta ayudan a reducir significativamente nuestro impacto contaminante sobre el medio ambiente.

5. No derroches los alimentos

Conserva mejor tu frutas y verduras por separado para que evites que se descompongan con facilidad. Las frutas liberan etileno, esto hace que las verduras se perjudiquen y por lo tanto, terminarás desechándolas.

Evita derrochar los alimentos dándoles un adecuado tratamiento. Para ello no guardes alimentos calientes en la refrigeradora, pues ésta genera más energía que la habitual para enfriarlos.

6. Pronto te pagarán por tu conciencia verde

Son pocas las localidades que han puesto en marcha los modelos en los que sólo pagamos por los residuos que no separamos en origen para su reciclaje. En otras palabras, cuanto más reciclo, menos impuestos pago. Bélgica es un país líder en esta materia, aquí ya reciclan bajo este modelo. Francia e Italia están dando grandes pasos en esta misma dirección pues este es un nuevo sistema que motiva a la ciudadanía a mejorar los niveles de reducción y reciclaje. Esta sería una buena estrategia para que los peruanos ingresemos a este mismo sistema de protección del medio ambiente.

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