La erradicación del machismo, la educación basada en la igualdad de oportunidades para la existencia de nuevas generaciones sin violencia, la decisión de la maternidad o el aborto en casos de violación sexual y la paridad son derechos que se están logrando de a pocos, destaca la abogada y magíster en estudios de género Parwa Oblitas a LaMula.pe. 

La violencia de género se presenta en todos los estratos sociales. Algunas mujeres prefieren no denunciarla por temor al qué dirán o por dependencias emocionales tratables. Pocas optan por hacer público su caso por hartazgo y para evitar que otras sufran lo mismo. La especialista en estudios de género explica que es necesario que los hombres analicen qué está pasando con su comportamiento en nuestra sociedad y frente a las mujeres.

““Para una mujer que sufre violencia es muy difícil reconocer que está viviendo una situación de violencia, más aún denunciar. Por eso, soy crítica con las campañas del Ministerio de la Mujer como el Toximetro o La violencia se pinta de género, que dice ‘Mujer reconoce, si te controlan es violencia, si te humilla es violencia’. Además de ser violentada ella tiene que reconocer, denunciar y afrontar el proceso. Creo que debemos dar la vuelta y comenzar a trabajar también con los hombres y decir ‘si la humillas es violencia, si la controlas, es violencia; si le pegas, es violencia’. Crear campañas de concientización con los hombres y comenzar a cambiar las masculinidades que por lo general son agresivas e impositivas” detalla Oblitas.

Empoderarse significa hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido, según la Real Academia Española (RAE) y es lo que aconseja Parwa Oblitas a todas las mujeres que aún no logran apreciarse y sentir que no están solas. De esta manera se disminuirá la normalización de actos que denigran la integridad del ser humano, pues sí existen salidas para este círculo vicioso como lo es el maltrato familiar.

“Si has sido capaz de empoderarte hay que ayudar a las mujeres y empoderarnos todas. Tenemos que hacer visible esta problemática. El que la organización Ni Una Menos sea cada vez más mediática hace que las mujeres prendamos una luz al ver que estamos siendo capaces de denunciar. De ver a las mujeres en las calles contando sus testimonios, de ver que están siendo violentadas, que no son las únicas y que no están solas”, puntualiza.

Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual por parte de la pareja sentimental, reveló la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres. Nuestra región es la que presenta más feminicidios: 14 de los 25 países registran mayor cantidad de asesinatos a mujeres víctimas de la violencia familiar. La celopatía y psicopatía suelen ser los principales causales mortales. 

"Tú te puedes vestir como quieras. Estar desnuda, con una minifalda, con una sotana y nadie tiene que decirte nada. Ni ésta es una razón para ser violentada o violada, como ocurrió con la chica que estaba en la discoteca 'Fuego' . Hay que reconocer que la violencia es un ejercicio de poder. Cuando violentan, acosan, pegan o matan a las mujeres el mensaje que se da, en esta estructura patriarcal, es que los hombres tienen poder sobre el cuerpo y la vida de las mujeres; esa situación tiene que cambiar a través de la toma de conciencia, la educación y políticas públicas con enfoque de género que promuevan la igualdad de derechos y oportunidades", dice Parwa.

Los tipos de violencia que se ejercen contra la mujer son varios. Está la psicológica, económica, sexual, física, simbólica y de Estado. Esta cadena de maltrato suele darse al interior de los hogares y el acoso callejero también es considerado un daño contra la autoestima de la mujer. Es necesario conocer las diferentes formas en las que se manifiesta para poder combatirlo como problema social.

“Empieza por el acoso callejero, nos silban nos dicen cosas por las calles. Luego está la violencia psicológica, los insultos, las humillaciones, de creer que la mujer es más débil. La física, que te deja marcas en el cuerpo. La violencia sexual. La violencia de Estado como fueron las esterilizaciones forzadas. La violencia simbólica que nos muestra a mujeres desnudas siendo objetos y cosificadas por los medios de comunicación. La violencia económica que ya está reconocida en nuestro país en la Ley 30364 y el feminicidio”, señala Oblitas, coordinadora de Alfombra Roja Perú.

La violencia económica es un tema del que se habla muy poco pero afecta a la mayoría de las mujeres peruanas. El no tener un trabajo remunerado no permite la independencia económica. En ese contexto, es vital que las mujeres nos desarrollemos a plenitud en todos los ámbitos como el profesional o técnico, también con el fin de tener herramientas o armas para la supervivencia y la realización de uno mismo. 

“Las mujeres somos más pobres. Esto quiere decir que el mismo trabajo que realizamos como los hombres, las mujeres cobran 30% menos. Desde que nacemos nos hacen creer que estamos destinadas para el trabajo doméstico. Es decir, las mujeres siempre vamos a estar en un lugar de inferioridad. La violencia se da cuando el marido es el único que aporta y estamos en un juego en el que si no te doy no tienes para comer, si nos separamos, no tendrás. Como las mujeres no han trabajado en sus vidas, no tienen un ingreso económico. La violencia económica también se da cuando sustraen nuestro dinero, como el caso de Arequipa, donde el tipo que le atraladó el ojo a la agraviada le sustrajo 3 mil soles”, explica Oblitas.

El Estado siempre cumple un rol importante sobre la protección hacia las mujeres, sin embargo, el aborto en casos de violación aún no ha sido despenalizado, pese a que es un tema de salud pública. 

“"Demus acaba de publicar la memoria del Caso KL, una adolescente a la que la obligaron a llevar un embarazo de un feto anencefálico (sin probabilidad de vida), impidiéndole llevar a cabo un aborto terapéutico, que no está penalizado en nuestro país y desde el 2014 ya cuenta con un protocolo de atención. A ella se lo negaron y le obligaron a tener un embarazo forzado y la obligaron a amantar a ese bebé durante dos días, pero murió. Fui parte de ese proceso como abogada y después de 10 años logró ser indemnizada por el Estado. El tema del aborto es un derecho de todas las mujeres. En nuestro país está criminalizado. Ya ha habido una iniciativa que fue desestimada por el Congreso que fue "Déjala decidir", un proyecto de ley ciudadano y hay un proyecto de ley vigente que aún no se discute y que ha sido presentado por Indira Huilca y Marisa Glave”, explica Oblitas.

Esta iniciativa legislativa -Proyecto de ley que despenaliza el aborto en casos de violencia sexual, inseminación artificial o transferencia de óvulos no consentida y malformaciones incompatibles con la vida- propone incorporar servicios de interrupción del embarazo y servicios integrales de atención a las personas víctimas de violencia, trata y explotación sexual. Además de establecer políticas públicas a favor de la salud sexual y reproductiva de adolescentes y la implementación de Educación Sexual Integral en los colegios. 

"El sistema en el que vivimos nos enseña a ser así. No hay que echarle la culpa a la mujer por ser machista. Estamos en una estructura conservadora, fundamentalista, machista y lo que hay que cambiar es la educación. Que no se siga creyendo que entre hombre y mujer hay desigualdades sino que tenemos los mismos derechos y mismas oportunidades. Si tuviéramos esa educación, tendríamos padres y madres y nuevas generaciones que no eduquen ni enseñen la desigualdad", recalca.

El machismo nos mata, nos viola, nos golea a diario y es una práctica que nos dice que las mujeres no valemos nada. El feminismo significa que las mujeres tenemos los mismos derechos y la misma capacidad para ejercerlos, por esas razones toda la sociedad está involucrada.

"Dejemos de normalizar la violencia machista, los estereotipos, tomemos conciencia y seamos feministas", aconseja Parwa.

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