Han pasado más de tres meses y medio desde que el Poder Judicial ordenó la detención internacional y prisión preventiva contra el expresidente Alejandro Toledo, acusado de recibir US$20 millones de Odebrecht por la Interoceánica. Sin embargo, su posible extradición desde Estados Unidos se ha congelado en el Departamento de Estado del país norteamericano.

Este entrampamiento del proceso para que Toledo enfrente a la justicia peruana significa que el expediente de detención con fines de extradición que elaboraron el fiscal Hamilton Castro y el juez Richard Concepción Carhuancho en febrero pasado aún no pasa a un juez. Debido a esto no hay ninguna posibilidad de que la orden judicial se haga efectiva; por el contrario, el exmandatario y su esposa Eliane Karp pueden movilizarse sin ningún impedimento por EE.UU.

Lo mismo ocurre con el expediente del caso Ecoteva. Se trata de una etapa más de política internacional antes que legal, aseguraron fuentes judiciales peruanas y de los Estados Unidos.

De acuerdo al proceso, los Departamentos de Estado y de Justicia se pueden tomar el tiempo que consideren necesario en la revisión de los expedientes para evitar errores, ya que luego de pasar a manos de un juez, no se podrán rectificar.

No hay plazos

Lo usual en estos casos es que el Departamento de Estado estadounidense pida aclaraciones y que se complemente los pedidos de detención a efectos de superar los estrictos estándares probatorios de la jurisdicción federal. Tras el visto bueno, el Departamento de Estado deberá elaborar su propio expediente de detención, ajustado a sus estándares, y lo trasladará al Departamento de Justicia.

En esta etapa, el Departamento de Justicia evaluará nuevamente el expediente para establecer la causa probable. Esta evaluación está a cargo de un fiscal, que pertenece al Departamento de Justicia y que representará al Perú en el proceso, según explicó La República.

Cabe señalar que los fiscales estadounidenses solo llevan ante el juez los casos que tienen alta probabilidad de ser favorables y por ello se toman todo el tiempo posible, puesto que en el tratado de extradición Perú-EEUU no establece ningún plazo para esta primera evaluación. De admitirse el trámite, el fiscal trasladará el pedido al juez federal, quien decidirá si procede

En tanto, si el juez admite el pedido de detención lo deberá comunicar al Perú vía Interpol para que recién se elabore y presente la solicitud formal de extradición. Ahí el caso regresa al Perú, para que el Ministerio Público y el Poder Judicial elaboren, aprueben, traduzcan y envíen el expediente de extradición. Si se aprobara este pedido, el ex jefe de Estado aún puede presentar un hábeas corpus ante otro juez para evitar su repatriación.

DATO

Alejandro Toledo no es el único ex mandatario latinoamericano en esta situación. Otros ex presidentes llevan años sin ser extraditados. Gonzalo Sánchez de Lozada, de Bolivia; Jamil Mahuad, de Ecuador; y Ricardo Martinelli, de Panamá, llevan años sin ser extraditados de los Estados Unidos.

(Foto de cabecera: EFE)

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