La capital de Rusia, Moscú, fue azotada por ráfagas de viento extraordinariamente fuertes este lunes. El fenómeno climático ha cobrado siete vidas y y ha dejado alrededor de 70 heridos, según los servicios de emergencia citados por la agencia TASS.
Los vientos tenían la fuerza suficiente para romper árboles e incluso partes de las construcciones, como le ha ocurrido al techo de la oficina principal del Ministerio del Interior en Moscú, cuyos empleados tuvieron que ser evacuados.
Entre los escenarios de las víctimas mortales que circulan por las redes sociales, una parada de autobús se ha desplomado por el viento, lo que causó la muerte de un hombre.
El alcalde, Serguéi Sobiánin, escribió en su cuenta en Twitter que las autoridades toman las medidas necesarias para mitigar las consecuencias del desastre climático. Asimismo, alertaron además de interrupciones temporales en 16 líneas de transporte público a causa del mal tiempo.
