Sigue la polémica. La Comisión Nacional del Pisco (Conapisco) evalúa excluir del Concurso Nacional del Pisco 2017 a los productores peruanos que renuncien a la dominación de origen pisco en cualquier evento internacional. La entidad, que es presidida por el Viceministerio de Mype e Industria del Ministerio de la Producción, informó que dará a conocer su decisión final en las próximas 72 horas.

La controversia surgió cuando se supo que al menos 18 marcas nacionales están dispuestas a inscribir sus piscos como "aguardiente de uva de Perú" para competir en el Spirits Selection, con sede en Bruselas, evento privado que recorre diversos países cada año y este 2017 se realizará del 22 al 24 de agosto en La Serena, en el valle de Elqui, donde en 1936 Chile varió el nombre de la localidad conocida como “La Unión” para llamarla "Pisco Elqui" y acceder así a la denominación de origen. 

El lío surge porque la ley chilena impide que ingrese a su territorio un producto con ese mismo nombre, pese a que nuestro país también tiene denominación de origen basada en la historia: hace más de 400 años existe, al sur de Lima, la localidad de Pisco, donde nació nuestro destilado de bandera. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el Champagne o el Tequila.

La Conapisco alegó que con la medida busca respaldar el trabajo que ha realizado el Gobierno, a través de la Cancillería y Promperú, para promover el consumo de pisco y lograr que sea reconocido a nivel internacional.  A esto se suma el anuncio del Indecopi, que advirtió que quitará la denominación de origen a los productores peruanos que participen en Chile con otro nombre. Ya hay algunos incluso que han empezado a dar marcha atrás en sus intenciones de hacerlo.

Pero lo cierto es que esta polémica está marcada más por el chauvinismo que suele aflorar en las disputas con Chile, que por cuestiones comerciales. De hecho, el caso del pisco es curioso: en el 2016, el mayor destino de las exportaciones de nuestro destilado de bandera fue precisamente el vecino del sur, con un 36% de los envíos totales, que superaron los US$3 millones. Claro, el producto no entra como pisco, para cumplir la norma local.

Pisco, solo hay uno

En Perú han cuestionado que la organización del Concurso de Bruselas se haya sometido a la ley chilena, pero sea como fuere, la ley peruana —como ya hemos explicado en Lamula.pe— tampoco permite que Chile entre con su 'pisco'. Incluso la norma es hasta más rigurosa. O sea, si el ya célebre certamen se hubiera hecho en nuestro país, como incluso se propuso, se hubiera dado el mismo problema.

"Peruanos y chilenos nos hemos prestado para este chiste que es un premio que no vale nada. Si Bruselas hubiera recibido la información adecuada, esto no pasaría", le dijo a la agencia Afp Ricardo Carpio, mixólogo de pisco y también embajador de la Marca Perú.

Carpio es uno de los principales estudiosos del pisco. Para él, no hay punto de comparación entre nuestro destilado de bandera y lo que se produce en Chile. En el Perú, el pisco se hace con siete kilogramos de uva por litro y se destila una sola vez en alambique tradicional. La preparación en Chile es más industrial, con menos uva, hasta tres destilaciones y donde se les permite incluso hidratar su uva para el proceso, lo que que en Perú no está permitido. 

A esto se suma que los sabores y aromas del pisco se obtienen de la misma destilación, con una bebida transparente; en Chile está permitido añejar el destilado en barricas, donde adquiere otro color y sabor.

El resultado son dos productos de una calidad diametralmente distintas. Y prueba de ello es que el pisco del Perú arrasa en casi todos los concursos internacionales en los que participa. De hecho, en el de Bruselas ha obtenido 61 medallas, y siete fueron Gran Medalla de Oro, la máxima distinción. Chile, en cambio, no cuenta con ninguna de este tipo. 

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