Conocida como "la enfermera de la muerte", Genene Jones (66) se encuentra cumpliendo dos condenas de 99 y 60 años de cárcel por haber matado a una recién nacida de 15 meses y por el intento de asesinato de un bebé de cuatro semanas, según el Departamento de Justicia Criminal de Texas. La enfermera, de quien las autoridades sospechan fue autora del asesinato de cerca de 60 bebés, estaría por salir de prisión en marzo del 2018 por buena conducta. 

Jones trabajó en hospitales de San Antonio y Kerrville (Texas) y cometió tanto el homicido de la pequeña Chelsea McClellan y el intento asesinato de Rolando Santos, a quién le administró un anticoagulante en 1982, poco antes de su detención, y fue condenada en 1984.

Imagen tomada el 16 de febrero de 1984, cuando Genene Joneses fue escoltada al Palacio de Justicia del Condado de Williamson en Georgetown, Texas. (Foto: AP)

Ahora la Justicia de Estados Unidos acusó este jueves de la muerte de otro infante más. Un gran jurado acusó a Jones del asesinato en 1981 de Joshua Sawyer, de 11 meses, al inyectarle una dosis letal de un producto contra la epilepsia.

En una conferencia de prensa el fiscal del condado texano de Bexar, Nico LaHood, definió a la mujer como "el mal encarnado" y subrayó que "Jones es sospechosa de haber matado hasta 60 bebés". Basó su hipótesis en que numerosos niños murieron bajo circunstancias "inusuales" durante o poco después de los turnos de la enfermera, lo que la convierte en principal sospechosa.

LaHood aseguró que la justicia "velará para que ella responda por sus crímenes" y buscará identificar a cada uno de los recién nacidos a los que Jones asesinó para juzgarla nuevamente y que reciba otra condena antes de que pueda salir de prisión. Asimismo, comenta sobre la enfermera: "No creo que ella mire al mundo de la manera que lo hacemos los demás".

Hasta ahora, la madre de la única víctima mortal reconocida hasta ahora, Petti McClellan, busca, desde hace varios años, a más familias que hayan sido perjudicadas por Jones.

La enfermera, que está cumpliendo su condena en una cárcel de mujeres en Gatesville -entre Austin y Dallas-, podría salir en libertad en marzo de 2018 por buen comportamiento, gracias a las leyes de reducción de penas vigentes en el momento de sus primeras condenas, y se le implantaría un dispositivo GPS sin poder tener ningún tipo de contacto con menores de 18 años. De igual manera, tendría prohibido visitar un centro médico a menos que esté buscando un tratamiento para sí misma

(Con información de EFE/AP)

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