La primera cadena de televisión y única en la industria periodística en Afganistán iniciará este domingo la emisión de Zan TV, un nuevo canal hecho por y para mujeres, en una zona del mundo en donde impera el patriarcado y la desigualdad de oportunidades para ellas.  

En Zan TV , traducida como la "Televisión de las Mujeres" solo trabajarán profesionales y estudiantes de comunicaciones capacitadas exclusivamente por mujeres, desde las presentadoras hasta productoras. Para ello, la directiva del canal viene desarrollando una campaña publicitaria para difundir la iniciativa en todo Kabul. Esta ciudad gobernada por hombres, hoy luce repleta de anuncios en los que se destacan las mismas capacidades que tienen las mujeres, al igual que los hombres.

Los cerca de 40 canales afganos cuentan con una sola conductora de televisión, sin embargo, la creación de una cadena en la que trabajan exclusivamente mujeres marca un hito en la historia del país, ubicado al otro lado del mundo, en el que la mujer continúa siendo una subordinada, al estar bajo las decisiones de la población masculina y no tener una voz propia. Este proyecto generará un cambio ante los continuos episodios de violencia y represión que se produce a diario en Afganistán.

"Estoy muy contenta de que se haya creado una cadena de televisión para las mujeres, ya que hay muchísimas en nuestra sociedad que ni siquiera son conscientes de sus derechos", refiere Jatira Ahmadi, de 20 años y productora del Zan TV. " Esta cadena representa a las mujeres y trabajamos todos los días para darles la voz", destacó.

La falta de acceso a la educación, los continuos abusos contra sus derechos y la ausencia de libertad de expresión son algunos de los principales problemas sociales a los que se tienen que enfrentar las mujeres en Afganistán desde que los talibanes llegaron al poder en 2001.

El fundador de Zan TV, el empresario Hamid Samar revela que cuenta con la audiencia femenina en las grandes ciudades como Kabul, donde miles de mujeres "están ansiosas por escuchar debates que reflejen sus propias ideas y experiencias".

"Se ha hablado mucho de los derechos de las mujeres y del derecho a la información. Pero nunca habíamos visto nada dirigido especialmente a las mujeres, por eso hemos hecho esto", comenta Samar.

Son 16 técnicas las que trabajan detrás de las cámaras. También ellas se encargan de las gráficos a utilizar en los programas, los ángulos de las cámaras que usen y de la edición de lo grabado para emitir a través de los diferentes programas que tendrán y todo ello en simultáneo, mientras entrenan a sus pupilas para que las ayuden en el futuro a hacer la misma labor.

Algunas de las trabajadoras, como Ahmadi, han tenido que lidiar con la desaprobación de los miembros de su propia familia. Otras han recibido incluso amenazas de ser agredidas físicamente por parte de su entorno ante su intención de desenvolverse profesionalmente en el mundo de la televisión.

Para Ahmadi, una de las pocas empleadas que ya tenía experiencia en el medio, brindarle la tranquilidad sobre su integridad a las mujeres de poder desarrollarse en una cadena de televisión, supone un enorme beneficio para ellas como seres humanos. 

"Vine a compartir mi experiencia con mis compañeras y soy muy feliz de poder trabajar con otras chicas", precisó muy contenta.




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