"Detenido durante siete años sin cargos mientras mis hijos crecían y mi nombre fue vilipendiado. Ni olvido ni perdono", escribió este viernes 19 de mayo Julian Assange, fundador de WikiLeaks, en su cuenta de Twitter luego de que la fiscalía sueca archivase finalmente el caso de violación del que era sospechoso.
El australiano siempre negó las acusaciones de agresión sexual y afirmó que eran parte de una trama para verlo extraditado a Estados Unidos por su participación en WikiLeaks en la divulgación de un gran número de cables secretos. Razón por la cual está asilado desde el 2012 en la embajada de Ecuador en Londres.
Assange se dirigió a la prensa (ver video) y a sus partidarios desde el balcón de la sede ecuatoriana, y definió el anuncio como "una victoria importante". No obstante, señaló en referencia a las intenciones de Estados Unidos que el "camino está lejos de terminar", y resaltó que "era extremadamente lamentable" que todavía se le amenazara con la detención si salía de la embajada.
El activista agradeció al gobierno de Ecuador por concederle asilo político a pesar de "intensas presiones", así como a su equipo legal y a todos quienes lo apoyaron.
Por otro lado, prometió que WikiLeaks continuará distribuyendo el material sobre las actividades de la CIA en Estados Unidos, y que acelerará sus publicaciones.
¿Qué viene?
La Fiscalía sueca no se pronunció sobre su culpabilidad o inocencia y solo cerró la investigación por no ver posibilidades de avanzar en el caso. La causa podría reabrirse si Assange decidiera viajar a Suecia antes de que el presunto delito investigado prescriba, en agosto de 2020.
El activista deberá seguir al interior de la embajada ecuatoriana. Sin embargo, su abogado Juan Branco reiteró que buscará asilo político en Francia, aunque no detalló cómo el activista planeaba llegar allí sin ser arrestado.
"La afirmación de que el Reino Unido tiene derecho a detenerme por solicitar asilo en un caso en el que no haya habido cargos es simplemente insostenible. Mi personal jurídico se ha puesto en contacto con las autoridades británicas y esperamos iniciar un diálogo sobre cuál es el mejor camino a seguir", señaló el australiano.
Asimismo dijo que el Reino Unido se había negado a confirmar o negar si hay una orden judicial de Estados Unidos para su extradición, insistiendo que estaba feliz de hablar con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.