La medida cautelar que obligaba a la empresa A.P. Pesca a dejar de efectuar actividades de producción y pesca fue levantada por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Ésta fue dictada en diciembre del 2016 por el ente fiscalizador debido a que la compañía vertía sus efluentes a la bahía El Ferrol, ubicada en el distrito de Chimbote, provincia del Santa, en la región Áncash.
Luego de que el OEFA verificara el perjuicio sobre el medio ambiente, la empresa pesquera fundada hace seis años, hizo las conexiones que faltaban como anexarse a un emisor submarino para realizar los desechos, producto de la actividad pesquera, fuera de la costa.
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
En abril del 2017 se realizó la fiscalización en las instalaciones de la compañía y se evidenció que -pese a que ya se le había notificado a A.P. Pesca que dejase de arrojar sus fluidos perjudiciales a la naturaleza con anterioridad-, hizo caso omiso.
El OEFA detectó que la empresa no tenía las condiciones adecuadas para efectuar el derramamiento de sus fluidos infecciosos a través del emisor submarino de Aproferrol, contribuyendo así con la recuperación ambiental de la Bahía El Ferrol, que estaba siendo afectada.
El Tribunal de Fiscalización Ambiental del OEFA también dictó medidas cautelares contra las compañías dedicadas a la actividad marina como Pesquera Jada (constituida hace 16 años) y Pesquera Gamma (43 años de antigüedad), tras constatar que realizaban el vertimiento de desperdicios en la citada bahía.
Dichas órdenes están vigentes, es decir, ambas firmas no podrán operar ni reiniciar actividades de procesamiento hasta que acrediten ante el OEFA que cumplen con botar sus efluentes fuera de la Bahía El Ferrol.
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