Un grupo comando de 50 hombres, armados con fusiles antiaéreos, dinamita, miras láser y equipos de visión nocturna, atacó durante tres horas la sede de la empresa Prosegur en Ciudad del Este, Paraguay. Con explosivos, los delincuentes derribaron el edificio y accedieron a la bóveda, donde se estima que habían unos 40 millones de dólares. Se llevaron todo. En su huida, detonaron autos con explosivos de uso militar a distancia. 

"Nunca ocurrió esto en la ciudad. Estamos como en Siria. Usaron 5 autos para escapar. Hicieron explotar dinamita y escaparon hacia el puente que la une con la ciudad paraguaya de Hernandarias (ocho kilómetros al norte). Fueron unos 50 ladrones, usaron armamentos de guerra y dinamita”, contó la fiscal a cargo de la investigación.

El asalto parecía sacado de una película de acción. Comenzó con el grupo de delincuentes reduciendo a los tres guardias de Prosegur que custodiaban el lugar. Luego realizaron al menos cinco detonaciones que volaron la fachada del edificio para entrar. "Aproximadamente cuatro bombas se encontraron alrededor de Prosegur", señaló el comisario Richard Vera, jefe de Homicidios de la Policía de Ciudad del Este, a ABC.

Tras dinamitar parte de la sede de Prosegur, el grupo comando abrió la bóveda, cargó con todo y huyó. Para facilitar su huida, detonaron, de manera remota y en distintos puntos de la ciudad, 16 autos con explosivos C4, de uso exclusivo militar y apto para derribar edificios.

Sede de prosegur después del atraco en la ciudad del este, paraguay. Foto: Twitter

En el enfrentamiento que se desató entre policías y delincuentes, un oficial del Grupo Táctico de Operaciones (GEO), Sabino Ramón Benítez, murió. Oros cuatro agentes fueron heridos por los explosivos y disparos, y tres civiles que pasaban por el lugar en una camioneta, también resultaron con heridas leves.

Las autoridades paraguayas sospechan de una banda brasileña denominada Primer Comando de la Capital, responsable de un atraco similar en Pernambuco, el 21 de febrero pasado. En esa oportunidad, el atraco fue contra la empresa de caudales Brinks y el botín que se llevaron ascendió a 20 millones de dólares.

Los hampones escaparon hacia el norte del departamento del Alto Paraná y abandonaron una de las camionetas utilizadas en el asalto, encontrada en Paso Itá de Hernandarias, con una ametralladora antiaérea (calibre .50) a bordo y rastros de sangre, por lo que se presume que entre los delincuentes hay heridos.

La sede de Prosegur en Ciudad del Este estaba en la mira de las autoridades desde 2015, luego de que se descubriera un túnel debajo del edificio. En tanto el ministro paraguayo del Interior, Lorenzo Lezcano, dijo a ABC que poseía información de un ataque inminente de este tipo aunque "no sabía la hora ni el lugar ni la dimensión".

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