Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se siguen tensando. El gobierno del Kremlin señaló este martes que las relaciones entre Moscú y Washington son las "más difíciles desde la Guerra Fría", horas antes de la visita oficial del secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, quien se podría reunir con el presidente Vladimir Putin, con el fin de convencerlo para que retire su apoyo al régimen de Bashar al Assad en Siria.
La tensión diplomática entre Rusia y EEUU se complicó tras la decisión del Pentágono de bombardear una base militar siria en respuesta al ataque químico contra civiles que la Casa Blanca imputa al régimen de Al Assad. Moscú calificó la acción militar estadounidense como "un acto de agresión".
La visita de Tillerson, quien aterrizó la tarde del martes en Moscú, “sería un éxito” si en ella se acordara una reunión entre los dos presidentes para restablecer el diálogo, según dijo el exministro ruso de Exteriores Igor Ivanov, quien agregó que “más tarde o más temprano” habrá que dedicarse a reparar las relaciones bilaterales, aunque “esta tarea se ve ahora dificultada por el ataque de Trump a la base siria”.
Por su parte, Tillerson, en el marco de la reunión del G7 de Asuntos Exteriores en la localidad italiana de Lucca, señaló que la Casa Blanca "espera" que la salida de Al Assad del poder sea parte de la solución al conflicto sirio. Sobre el apoyo del Kremlin al régimen de Damasco, el jefe de la diplomacia estadounidense confía el "Gobierno ruso determine que se han aliado con un socio no fiable como Bashar al Assad".
“Está claro para todos nosotros que el reinado de Al Assad y familia está llegando a su fin”, dijo Tillerson, solo un par de horas antes de emprender su viaje hacia Moscú.
Además, reiteró que Rusia falló en su compromiso de revisar la entrega de armas químicas por parte del régimen sirio y se preguntó si esto es incompetencia o complicidad. "Pero ahora eso no importa a los muertos. No podemos permitir que esto se repita", agregó, en alusión al ataque con agentes químicos de la semana pasada en Siria.
Por su lado, Rusia dejó en claro que no cedería a las presiones de Washington sobre el apoyo al régimen del presidente sirio en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
"Rusia no va a renunciar a sus legítimos intereses y sólo aceptará cooperar de igual a igual, algo que tampoco ahora gusta a todo el mundo en Washington. Pero estamos abiertos a un diálogo de lo más sincero sobre cualquier cuestión de la agenda bilateral e internacional", se lee en el documento.
Además de Siria, Tillerson abordará con su homólogo Sergei Lavrov la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses. Otro punto a tocar sería el conflicto entre EEUU y Corea del Norte, según el comunicado, en el que se menciona la posibilidad de un uso unilateral de fuerza por parte del gobierno de Donald Trump.
Imagen de cabecera: EFE
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