El pánico vuelve a San Bernardino, en California. Este lunes, un hombre mató este lunes a una profesora y un niño de ocho años, y después se suicidó. Ocurrió en una escuela primaria de esta ciudad que en el 2015 fue escenario de una de las peores masacres de los últimos años en EEUU, en la que hubo 14 muertos en un centro de personas con discapacidad, donde una pareja de esposos, que simpatizaba con el yihadismo, entró al local con armas largas y abrió fuego contra inocentes.

La Policía confirmó las dos víctimas mortales y que otro estudiante resultó herido, mientras que el menor falleció por el tiroteo que desató el atacante. De acuerdo con las autoridades, la intención del asesino era disparar contra la profesora por motivos que aún se desconocen.

Una fuente educativa le dijo a la agencia AP que el incidente, que ocurrió dentro de un aula de la escuela Northpark, parece que se debe a una "disputa doméstica" y que la profesora conocía al tirador.

"No creemos que los niños fueran el blanco. El sospechoso acudió al aula de visita. La mujer adulta estaba en el aula", dijo el jefe de policía, Ron Maass, en una rueda de prensa sobre este tiroteo en la escuela donde estudian unos 600 alumnos hasta los 12 años de edad.

Es probable que luego de este nuevo hecho de violencia por armas de fuego en EEUU, donde cada día mueren 89 personas por disparos de bala, vuelva al debate público el tema para restringir la venta de armamento de este tipo en un país en el que se calcula que hay al menos unas 270 millones de armas para uso privado, un derecho amparado por ley. O sea, nueve armas por cada diez ciudadanos, la media más alta del mundo. 

El último gran debate que se desató en EEUU sobre este tema fue en el 2012, luego de la matanza de 20 niños y 6 adultos en una escuela de Connecticut a manos de de un joven.

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