Cuando se acerca el 5 de abril, María Luisa Martínez se vuelve una periodista solicitada por varios medios de comunicación. ¿La razón? Su valiente trabajo para reportar al mundo el autogolpe que propició Alberto Fujimori hace 25 años. Un episodio que marcó nuestra historia reciente y que, hasta el día de hoy, sigue dividiendo a la sociedad peruana. 

Si tenemos un archivo visual de lo acontecido aquella infausta fecha es gracias al temple de Martínez y de su camarógrafo Gilberto Hume (por entonces ambos eran corresponsales de Univisión). Ambos recorrieron las calles de Lima que habían sido tomadas por los soldados del Ejército. El entonces presidente ya había dado su tan recordado mensaje a la Nación. 

"Disolver, disolver temporalmente el Congreso de la República hasta la aprobación de una nueva estructura orgánica", son palabras imposibles de olvidar. Mientras los peruanos asumían lo que acababa de exponer el mandatario que se había convertido en gobernante de facto, Martínez y Hume cogieron sus equipos y salieron a las calles.

"Luego del mensaje de Fujimori, Gilberto pasó por mí. Nos fuimos directamente al centro de Lima y por supuesto tuvimos problemas para entrar porque ya los militares habían empezado el bloqueo de calles. Gilberto se metió contra el tráfico por las calles del centro y llegamos hasta el Congreso", cuenta a LaMula.pe. 

Naturalmente, no fue una noche cualquiera. El autogolpe fue preparado en cada detalle y en esa tarea Vladimiro Montesinos tuvo un papel preponderante. Los diarios, como El Comercio y La República, fueron intervenidos. A ninguna dictadura le gustan las críticas. Con ello en mente, Martínez -luz portátil en mano y alentada por su camarógrafo-  no se cansó de preguntar a cuanto militar encontró: ¿cuál es la orden?

"Yo insistentemente repito cuál es la orden porque lo que quieres es tener en cámara a un militar diciendo: esto es un golpe de Estado. Los militares no están preparados para enfrentar a la prensa en una situación como esa. [...] Creo que el valor de esas imágenes es que los jóvenes puedan verlas y recuerden que el autogolpe pasó"  , explica. 

Fue una noche larga, asegura la experimentada reportera, seguido de días cargados de tensión política. A eso hay que sumarle la imposibilidad de enviar la crónica del autogolpe el mismo 5 de abril. "Bloquearon los satélites. En ese entonces, teníamos que ir a Entel Perú para enviar -vía satélite- el reportaje. Incluso pensamos viajar a Tacna para poder enviarlo", agrega. 

Ese viaje no fue necesario, horas después el despacho fue entregado y el mundo conoció lo que había hecho Fujimori tras casi 21 meses de haber asumido su mandato como jefe de Estado.

Veinticinco años después

"Es cierto que hizo algunas cosas que reencauzaron al país económicamente pero siempre les digo a quienes apoyan a Alberto Fujimori: ¿cómo juzgas tú a una persona?¿Es buena de ocho a doce del día y mala de cuatro a ocho de la noche? Uno tiene que juzgar por el todo", dice Martínez. 

Muchos cambios se han suscitado en el país desde entonces. Volvimos a la democracia gracias a la movilización política y ciudadana que lamentablemente le costó la vida a algunos compatriotas. Existen, sin embargo, algunas sombras del autogolpe en el fujimorismo actual. Hace poco, su bancada -Fuerza Popular- ha presentado un proyecto de ley que vulnera el derecho a la libertad de expresión

Una iniciativa que le causa repulsión a nuestra entrevistada. Para ella, además, es un proyecto anclado en el pasado: "Si ese proyecto de ley pasara, creo que en la actualidad es imposible callar a los medios. Incluso en Venezuela que está viviendo una situación similar, tú vez que la gente se organiza para informarse a pesar de que todos los medios están controlados".


[Foto de portada: La República. Video: Stefany Aquise]


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