¿Te imaginas ingresar al Metropolitano de Lima y encontrar como único asiento libre y exclusivo para varones una butaca que simule el torso de un hombre desnudo y tenga un pene en relieve? Esto le pasó a cientos de usuarios de transporte como parte de la campaña de la ONU contra el acoso sexual en México.
Risas, sorpresa y sobre todo incomodidad expresan los rostros de las personas. "Es molesto viajar aquí, pero no se compara con la violencia sexual que sufren las mujeres en sus traslados cotidianos", se lee en un mensaje colocado a los pies del asiento.
Cerca de seis millones de personas viajan en metro en la Ciudad de México. A menudo las mujeres son acosadas en los vagones. Nueve de cada diez mujeres han sido víctimas de algún tipo de acoso callejero ; por ello, desde hace dos años, las autoridades de la ciudad designaron buses exclusivos para mujeres y, desde el año pasado, se multan a los hombres que se suben a ellos. ¿Necesario? Al parecer sí, pero totalmente inaceptable que se tengan que llegar a medidas como esta para que las personas "entiendan" que las mujeres también son seres humanos y deben ser tratadas como tal, con respeto y no ser vistas como objetos sexuales.
El video fue lanzado este 20 de marzo en Youtube y despertó reacciones no tan positivas por parte de los hombres, pues consideran que se los está estigmatizando como acosadores. Ante ello, ONU Mujeres convocó a una rueda de prensa este jueves para explicar la campaña.
Pero eso no es todo, otro de los videos lanzados es el "Experimento Pantallas". En este se graban los traseros de los hombres que esperan en el metro y aparecen en los televisores de las estaciones. Estos al darse cuenta se avergüenzan y reaccionan rápidamente tapándose el trasero. Otra vez las risas y la incomodidad ambientan la situación.
La realidad que vive México no es ajena a nuestro país, en donde cada día, 11 niñas y adolescentes son violentadas sexualmente, de acuerdo a la ONG Calandria. El acoso callejero es un mal de nuestra sociedad y forma parte de las cifras de violencia psicológica y física en nuestro país, que ya es alarmante: Siete de cada diez mujeres han sido víctimas de estos abusos.
Estos experimentos sociales buscan concientizar y generar empatía con este sector de la población mexicana (mujeres) que se enfrentan a situaciones de incomodidad y, muchas veces, de abuso desde el momento que ponen un pie en la calle. ¿Y por qué no? Que sirva también para que los peruanos entiendan que las mujeres deben ser tratadas como personas, que no van por la calle "provocando" a los hombres y que esos comentarios que les dicen no son halagos y mucho menos algo que ellas estén pidiendo recibir cuando se trasladan a realizar sus actividades.
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