La compañía Samsung presentó este miércoles al Galaxy S8, su modelo de smartphone más avanzado. Después del fiasco del Galaxy Note 7, llega con una propuesta de pantalla sin enmarcar y un programa de inteligencia artificial en sus dos versiones: la S8 de tamaño "pequeño" y la S8+, más grande. 

En un lanzamiento simultáneo en Londres y Nueva York, la nueva apuesta de la firma surcoreana enfrenta una prueba de fuego. En rigor, la mayoría de las funciones del S8 ya se conocían, después de múltiples filtraciones; sólo quedaba conocer algunos detalles de este teléfono que saldrá a la venta el 21 de abril en algunos mercados, principalmente en Asia, Eurpoa y EEUU.

Para que un smartphone de alta gama como el S8 pueda competir contra su rival por antonomasia, el iPhone de Apple, debe tener tres elementos superlativos: la cámara, la pantalla y la batería.

Y los tiene, después de los millones perdidos con Note 7. Ahora Samsung se aseguró de ofrecer la máxima seguridad en lo que respecta a la batería del S8, que es aprueba de fuego. En cuanto a la pantalla, será más grande y de bordes curvados; tendrá un bisel (marco) más estrecho para aprovechar más el espacio en el dispositivo, aunque la estética general sigue la de modelos anteriores.

Quizá la mayor virtud de este modelo será su cámara. La trasera es de 12 megapíxeles y la delantera de ocho, y ambas tienen una apertura de 1,7, muy luminosa. La primera cuenta con reconocimiento facial y autofoco inteligente, entre otras características que la acerca a una cámara profesional.

El nuevo Galaxy S8 contará con un botón para llamar directamente a Bixby (el nuevo asistente virtual de Samsung), un lector de huellas en la parte trasera, un sistema biométrico que permite desbloquearlo con la mirada, resistencia al agua, pero no tendrá botón de inicio.

Vendrá en dos presentaciones: S8 de 5,8 y S8+ de 6,2 pulgadas de diagonal de pantalla. Los precios se estiman en 1.360 dólares para el primero y 1.560 dólares para el segundo.

Las dos presentaciones del nuevo galaxy s8. 

Kiranjeet Kaur, consultora tecnológica británica IDC, cree que “con este lanzamiento, Samsung tiene la oportunidad de compensar el fiasco del Galaxy Note 7 pero tal vez es demasiado temprano para decir que dejó sus problemas atrás”.

Cabe recordar que la empresa se vio envuelta en el escándalo de corrupción política de Corea del Sur. Su heredero y jefe de facto Lee Jae-yong fue arrestado y está siendo juzgado por sobornar al gobierno (aunque él insiste en que es inocente).

Sobre Galaxy Note 7

La firma surcoreana ha decidido darles un ultimátum a los usuarios del Galaxy Note 7: si no lo entregan antes de que acabe marzo, el aparato quedará inutilizable.

Esta vez, la medida es radical. "Esta última actualización impedirá por completo que los usuarios puedan usar el producto", se lee en The Korea Herald.

Según medios coreanos, la compañía informó el viernes pasado que pretende "matar" los Galaxy Note 7 que no hayan sido devueltos a través de un software que instalará de forma remota y que impedirá que la batería pueda recargarse.

El primer llamado "urgente" para que los usuarios entregarán los celulares fallidos, cuyas escandalosas explosiones ocasionaron una crisis en su reputación (y en sus ventas), fue emitido por la empresa en octubre logrando recuperar el 96% de los móviles vendidos.

El gigante tecnológico tiene planeado vender de nuevo sus polémicos Note 7. A través de un comunicado, este martes Samsung señaló que le gustaría "vender o alquilar versiones reconstruidas" que tendrían una nueva batería sin riesgos de explosión.

NOTAS RELACIONADAS:

Choi Soon-sil, la amiga de la presidenta de Corea del Sur que provocó su caída

Los cinco innovadores peruanos que destacan en América Latina, según el MIT Technology Review

Nokia relanzó su mítico celular "ladrillo" en el MWC de Barcelona

MWC 2017 concluye con récord de asistencia:108.000 participantes [VIDEO Y FOTOS]