El agua es un recurso no renovable que no se ha valorado según la historia del hombre pues hoy contamos con solo menos del 1% de este líquido vital dulce ya que el 97% es salada y el 1 % de recurso fundamental está congelada en los polos, refiere la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

Es importante cambiar nuestro chip sobre algunos hábitos para no contribuir más en su desperdicio:

1. Usa lo necesario. Cuando no controlas la cantidad de agua que utilizas al abrir el caño del baño o la cocina, la ducha o de la tina sin utilizarla, ésta termina -igual- en las plantas de tratamiento de aguas residuales. Esta cantidad que no es usada se desperdicia y para recuperarla cuesta dinero y tarda tiempo. Recuerda no dejar los caños abiertos cuando cepillas tus dientes, lavas tu rostro o las verduras.

2. Cierra el caño y la ducha. Aprovecha cada gota de agua que utilizas para bañarte o lavar la vajilla. Para ello puedes hacerlo por pasos. Primero remoja lo que quieras lavar. Luego cierra el caño. Utiliza este lapso para enjabonarte o hacerlo con los platos. De esta manera se evita el derroche de agua porque en realidad, no la estamos utilizando.

3. Repara y cuida las instalaciones. Revisa las conexiones de tu casa refaccionando las tuberías para prevenir goteras o fugas. No se ve, pero cuando un caño gotea, con el paso de los días, éstas suman litros de agua malgastada.

4. Regula el nivel del agua de los artefactos. Utiliza los ciclos cortos al lavar la ropa y configura un bajo nivel de agua en los tanques de reserva. Por ejemplo, podrías usar el lavaplatos solo cuando hayas completado su capacidad, al igual que en la lavadora. Así utilizarías la misma cantidad de agua para lavar un plato que los 20 que abarca.

5. Usa tinas en lugar de la manguera. Cuando limpies las superficies de tu casa o auto, utiliza tinas y esponjas en vez de derrochar el agua con una manguera. Así, poco a poco podrás asear lo que desees y ahorrarás una gran cantidad de agua.

6. Lava las verduras en superficies. Sería más útil que las verduras, frutas y alimentos se laven en cubetas con agua. De esta manera se aprovecharía para reutilizarla para el riego de las plantas, por ejemplo. De este modo podrás hacer lo mismo con el agua de cocción de los vegetales, de las pastas y de cualquier cosa que hiervas.

7. Modera el riego de las plantas. Es preferible humedecer las plantas, césped, canteros y jardineras a primera hora de la mañana o por la noche, cuando el sol ya se haya ocultado. Así las plantas podrán alimentarse mejor. Coloca platos debajo de las macetas para reusar el agua que drene.

8. Reduce el agua potable del tanque del inodoro. Coloca una botella de plástico dentro del tanque del sanitario para ajustar el nivel del agua del tanque del sanitario. Así, el reservorio se llenará con menos cantidad de este recurso no renovable, pero suficiente para realizar su función. Arroja los papeles al basurero en vez de al inodoro para no complicar más el tratamiento de aguas residuales.

9. Cuida el agua de la piscina. Si tienes una piscina en casa, usa productos naturales para conservar el agua. Sería conveniente realizar ciclos de re-circulación y filtrado de vez en cuando, en lugar de botarla. Cuando sea necesario hacerlo, se puede aprovechar para el riego o el lavado de pisos exteriores y hasta del auto.

10. Recolecta el agua de lluvia. Es una alternativa instalar tu propio recolector de agua de lluvias en el techo o en el jardín de tu casa. Así acopiarás agua saludable para tus plantas y otras necesidades.

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