Hacer música con los pies y convertir el cuerpo humano en un instrumento de percusión. El sonido que, como bien dice un vals peruano, “hace crujir” cualquier recinto para llenarlo de ritmo y emoción. Ese es el zapateo afroperuano que coquetea con el mundo dispuesto a mostrar su originalidad.  

Muchos dicen que el cajón peruano es como el cebiche: lo más representativo del Perú, pero se olvidan de que aquel sonido que se produce mediante golpes con la mano sobre un paralelepípedo de madera también puede ser producido por los pies, pues el ritmo está presente en todo nuestro cuerpo.

foto: adú proyecto universal

LaMula.pe conversó con el coreógrafo, actor, zapateador y percusionista Antonio Vílchez, quien es considerado uno de los especialistas en la fusión de la danza y el zapateo peruano y tiene a su cargo la dirección de Adú Proyecto Universal, asociación sin fines de lucro que revaloriza las expresiones musicales más tradicionales reinventándolas en propuestas innovadoras, una de ellas: el zapateo contemporáneo.

“El zapateo afroperuano es muy original frente al mundo y creo que eso nos permite tener una herramienta muy sólida para el desarrollo pedagógico cultural y de difusión de la cultura peruana”, dice Vílchez.

El zapateo afroperuano es una expresión cultural de la población negra peruana de la costa sureña del país. Este baile fue inventado en zonas como El Carmen, en Chincha, e inicialmente consistía en una competencia de dos bandos en el que tenían como único instrumento el sonido que producían sus pies al chocar con el suelo. Este es el llamado “contrapunto”.

Pese a su carga cultural, el zapateo, como muchas otras expresiones artísticas peruanas, no cuentan con el lugar que se merecen, pues se consideran únicamente como expresiones de entretenimiento y atractivo turístico. Sin embargo, como revela Vílchez, las expresiones folclóricas y culturales como el zapateo guardan en ellas secretos que si se explotan pedagógica y académicamente se podrían aprender muchas otras cosas “como valores y mecanismos de vivencia mucho más trascendentales, como una forma de encontrarse con uno mismo”.

“En la parte artística, el zapateo y el ritmo es una forma de encontrarse a sí mismo, de entender tus velocidades, formas de ser y ansiedades. De eso se trata el secreto rítmico del cual nos hablaba Victoria Santa Cruz”, anota.

Conocerse a sí mismo para conocer a su país. Y es que cada peruano es parte de lo que significa este país y el zapateo es una de sus expresiones artísticas, culturales e históricas.

“Zapatear significa conexión, significa una posibilidad de encontrarme, de sentirme cómodo para expresarme, comprometerme y conocer mejor a mi país, a mi gente. Tiene muchos significados. El zapateo es mi vida. Descubir el zapateo es haber encontrado mi lugar, de alguna manera. Aquí”, señala Vílchez.

Antonio creció observando los contrapuntos del zapateo en los shows de Cecilia Barraza. Recuerda a un Lalo Izquierdo contrapunteando con Daniel Paredes, el escenario del Teatro del Milenio perfectamente iluminado para mostrar a dos seres humanos que producían un exquisito sonido con sus pies, con sus cuerpos, con el ritmo que había en ellos mismos. Desde ese momento supo que lo único que quería era aprender a hacer “eso”. Pero no implicaba solo convertir su cuerpo en un instrumento de percusión, sino sentir eso que se quiere expresar al hacerlo.

“Mi interés no solo nació por el zapateo, sino por las décimas, la música, el canto y el baile afroperuano. Pienso que es un género que me ha permitido expresarme, lo he podido combinar con otras cosas y a partir de eso poder encontrarme”.

Con maestros como Lucho Salazar y Aldo Borja logró conocer este arte y su curiosidad lo llevó a conocer más sobre las músicas extranjeras de las que se ha nutrido la música peruana. Así descubrió que el Tap es una danza que se vincula fuertemente con el zapateo por su descendencia africana.

El zapateo se ha actualizado y se expresa en la actualidad a través de lo que se llama el “zapateo contemporáneo”. Este consiste en propuestas coreográficas con influencia de percusión corporal, el stepping norteamericano (usar el cuerpo como un instrumento de percusión) y géneros urbanos como el hip hop. 

El tradicional zapateo de contrapunto se ha nutrido y ahora se muestra un trabajo de zapateo coreográfico que podrás conocer y disfrutar del 29 de marzo al 1 de abril en el Primer Feztival Internacional de Zapateo y Tap en Lima: Lima Zap Festival.

Espectáculos, clases maestras, homenajes y conversatorios que pondrán al zapateo peruano en los ojos del mundo y "revalorizarán el aporte del zapateador a la música, el teatro y a la danza tradicional y contemporánea".

El festival contará con la participación de Lalo Izquierdo, Kimba Fa, Jaime Zevallos, Miguel Ballumbrosio, Makarito Nicasio, Eder Campos, Perkutao, Percy Chinchilla, entre otros. También estarán la estadounidense Heather Cornell y el belga Guillaume Codutti.

El costo de entradas para las presentaciones es de S/25  para estudiantes y S/40  para público en general. Las clases maestras son gratuitas, solo debes presentar el ticket de entrada de la presentación correspondiente. La clausura tiene entrada libre. 

Si quieres saber la programación de cada uno de los eventos, revisa aquí.

(Foto de portada: Facebook de Antonio Vílchez)

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