Sahara Occidental es uno de los 17 territorios no autónomos que son supervisados por el comité de descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde 1963. Este territorio, ubicado al noroeste de África, ha sido reclamado a la vez, durante la segunda mitad del siglo diecinueve y una gran parte del siglo veinte, por España, Mauritania y Marruecos. 

Cuando por esos años la ONU recomienda el proceso de descolonización del territorio, el nacionalismo en Sahara Occidental ya se había empezado a armar desde los años cincuenta, y toma fuerza entre los años sesenta y setenta. Con la creación en 1973 del Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario), la lucha armada nacionalista se consolida, así como la fuerza política del mismo frente a las naciones invasoras.

Luego de que España abandona el territorio en 1976, con el apoyo de Argelia se forma la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que empieza una guerra contra los otros dos países que seguían reclamando sus territorios: Mauritania y Marruecos. En 1979, Mauritania no consigue el éxito en sus intervenciones y decide desistir de sus demandas. Sin embargo, fue Marruecos el que intensificó violentamente sus ataques y reclamos, los que condujeron a un genocidio contra el pueblo saharaui.

Este pueblo, con una memoria de dependencia, muerte y desapariciones, en 1991 decide no insistir en este guerra que generó el exilio de miles de saharauis. Entonces el Frente Polisario firma con Marruecos un alto al fuego de la mano de la ONU, la cual estableció la Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental (Minurso), proceso electoral que debía haberse realizado en 1992. Sin embargo, desde entonces, los territorios liberados siguen esperado ese proceso, el cual viene siendo aplazado por Marruecos.

La ocupación de Marruecos no es reconocida por las Naciones Unidas ni por el Derecho Internacional.

En la actualidad existe un muro de más de 1.200 kilómetros de extensión -protegido por más de 120.000 soldados marroquíes-, y que separa de norte a sur el Sahara Occidental. La zona oeste es el territorio de la ocupación marroquí, mientras que la zona este está compuesta por los territorios liberados y representados por el Polisario -y que Marruecos llama provincias meridionales-. La búsqueda de soberanía de este último vive el olvido de las instancias internacionales.

El documental

Life is waiting: Referendum and Resistance in Western Sahara (2015), dirigido por Lara Lee, fue el documental que inauguró el Festival de Cine y Derechos Humanos en Lima. Fue proyectada este último martes en la Casa de la Literatura Peruana. Este largometraje repasa la historia de Sahara Occidental desde que se creó la promesa del referendo que habría de decidir su futuro.

A través de la recopilación de testimonios de distintos activistas, artistas, políticos y de varios grupos saharauis, el documental intenta reconstruir el sentir de toda una población que aún sueña con su independencia, y que resiste con su identidad, cultura y arte -y su dolor- frente a la desidia de la ONU y otras instancias que podrían influenciar en ese destino.

Como se puede ver en esta historia, los saharauis, representados por el Frente Polisario, buscan demostrar que pese a la militarizada presencia marroquí, ellos pueden ser pacíficos con su nacionalismo y sus protestas, gestos e intervenciones en el mismo territorio y frente al muro que representa la fuerza ocupación de Marruecos.

Este documental toca valores como la tolerancia, el desafío, la dignidad, la memoria, las desapariciones, la violencia y la resistencia cultural.

Este es el cronograma de películas de este festival, que durará un poco más de un mes -entre el 21 de marzo y el 28 de abril-:

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