Uno de los rasgos que desde el Ministerio de Educación se ha querido cuidar en relación al equipo de trabajo dedicado a la red Colegios de Alto Rendimiento (Coar) es que éste es uno compuesto de excelentes profesionales, al servicio de la educación de los jóvenes con las mejores calificaciones de entre todas las escuelas públicas del país.
“El compromiso del Ministerio de Educación es contar con los mejores directores y profesores”, decía Marilú Martens, cuando era la directora de la Dirección General de Servicios Educativos Especializados (Digese), en marzo del 2015, recién iniciaban las clases en la primera promoción de estos colegios creados durante el gobierno de Ollanta Humala. Lo mismo era repetido por el exministro Jaime Saavedra, con variaciones.
Para formar esta élite educativa de alto desempeño, que no dependa de su apellido ni de su dinero, y que les da a las familias una difícilmente rechazable oportunidad de estudios, requiere de profesionales que estén bien formados y correctamente evaluados para tratar a jóvenes que van a alejarse de sus padres para pasar a vivir en internado; que sean capaces de formarlos en el Bachillerato Internacional, entre otros estándares por encima del promedio.

cuando marilú martens era directora de la digese -antes directora del colegio mayor de lima-, junto al exministro jaime saavedra (foto: minedu)
La experiencia ha demostrado que, en especial en lo que se refiere a los directores, se tomaron decisiones desde el Minedu que pusieron en peligro la integridad y la enseñanza de sus alumnos, y las mismas jerarquías e instancias de comunicación.
Por ejemplo, en Huánuco, la exdirectora de Bienestar Nina Martínez Lavado (en un Coar hay tres direcciones: General, Académica y de Bienestar y Desarrollo) fue denunciada por maltrato sicológico a estudiantes e incluso a docentes -es el caso del profesor Henry Cornejo-.
Según se reportó, se registró el caso de un estudiante con cólicos y que no recibió atención médica, tuvo que presenciar las clases de matemáticas recostado sobre cartones. Otro caso, en el mismo Coar, fue el de una alumna a quien no le trataron la anemia sino hasta cuando fue reportado en medios. Por otro lado, algunos docentes denunciaron el maltrato por parte del director académico Víctor Gonzales. Esto sucedió en mayo del 2016. Fue la coordinadora regional de la Confederación de Apafas del Perú quien alertó sobre este hecho.
El caso de Ica también fue problemático. Tras la salida de su exdirectora general Lilia Rivera en el 2016, se hizo concurso público para cubrir esa plaza; sin embargo en varias oportunidades no fue tomada. Una fuente cercana a los Coar señaló a LaMula.pe que lo que se hizo fue guardar dicha plaza para que el hasta ese entonces director académico Darío Hermoza Altes pase a ser el director general, sin embargo en la Dirección de Educación Básica para Estudiantes con desempeño Sobresaliente y Alto Rendimiento (Debedsar) no pudieron observar un rasgo problemático en él.

darío hermoza altes (foto: RPP / Liliana Flores)
Lo que ocurrió luego fue cubierto por algunos medios: Hermoza fue detenido por el presunto delito de violación sexual en agravio de una alumna que cursaba el tercer año de secundaria. La Segunda Fiscalía Penal Corporativa de Nasca había pedido la detención de Hermoza Altes luego de que la madre, Zenina Chuchón, interpusiera la denuncia.
Otro caso sonado fue el del Coar Apurímac y un conflicto interno entre los tres directores de ese colegio que provocó la salida de todos ellos. Este hecho llegó a ser conocido por el exministro Jaime Saavedra -y también por directores generales de Coar de otras regiones-, es decir, traspasó el área de manejo de Martens. Esto no habría sido de su agrado.
El problema habría nacido por la actitud poco colaboradora de la exdirectora de Bienestar y Desarrollo Yanet Monroy Añamuro con las otras direcciones del Coar Apurímac. Ella habría conversado sobre los problemas del colegio con la Debedsar en Lima, salteándose las instancias correspondientes del mismo Coar. Para mayo, solo a unos meses de empezar el año escolar, ese Coar ya no tenía director general ni director de bienestar y desarrollo. Esto ocurrió el año pasado.
Hay quienes señalan que para cubrir algunas plazas en el Minedu se suele invitar a conocidos del equipo de trabajo en la institución, salteándose la meritocracia; aunque este no es un problema exclusivo de esta cartera. Por ejemplo, los conocidos Cas con nombre propio. Los casos mencionados son solo algunos de los tantos problemas que los Coar tienen.

en octubre de 2016, un padre denunció el presunto robo al interior del coar apurímac (foto: diario correo cusco)
A estos, se le suman, por mencionar algunos ejemplos, una denuncia de un padre de familia en el Coar de Puno por una docente que habría pedido dinero para mantener las buenas calificaciones de un estudiante; otros relacionados con la infraestructura, como el hacinamiento en el Coar Ica, denunciado por el mismo gobernador regional. O el caso del Coar en Cusco, de acuerdo a la misma fuente, en donde la dirección tuvo problemas para lidiar con un padre de familia que demandó entrar a los cuartos de un internado -pese a que está prohibido- para observar las condiciones de vivienda, hasta que logró hacerlo con el ingreso de fiscales, el año pasado.
En lo que respecta al Debedsar cabe mencionar que este año, el Ministerio de Trabajo anunció, entre el 9 y 13 de enero en su página web, que se buscaban plazas para cubrir los puestos de 12 directores generales de Coar -cerca de la mitad de estos colegios, ubicados en 25 regiones-.
Estudios reconocen que el liderazgo pedagógico del director es una variable fundamental para la eficacia de una escuela y de la calidad de los aprendizajes, además de la importancia de su continuidad. En el caso de un Coar son esenciales. El área de prensa de los Colegios de Alto Rendimiento suele repetir la idea de la excelencia de sus docentes y directores y que las cosas funcionan dentro de sus plazos, los cuales, con una mirada de cerca, se desdicen con la realidad.
Cabe recordar que una de las tantas finalidades de un director es que "propicie el buen clima escolar y la reducción de los conflictos interpersonales", así nos dice la Ley de Reforma Magisterial. En algunos casos, la Debedsar no ha sabido elegir a sus cargos directivos -generales, académicos y de bienestar-, a pesar de los recursos millonarios que se manejan para la gestión de estos Colegios.
Intentamos dos veces comunicarnos con la Digese: una vez para tratar el tema de la inequidad que puede significar la existencia de los Coar -preguntas que no fueron respondidas-; y otra, coordinamos una entrevista con su directora, Marcia Rivas, a propósito de estas denuncias y la labor de la Debedsar, sin embargo nos informaron que su agenda en las regiones se extendió y no pudo llegar a Lima al día acordado.
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