Hay mujeres peruanas exitosas en los negocios, en los estudios de abogados, en la política. Cierto. Pero en el país la mayoría de las mujeres no lo es, y más bien siguen enfrentando las mismas brechas y barreras que la generación precedente. Algunos países europeos tienen en mejor consideración a las mujeres, pero en América Latina, y en el Perú, aún estamos lejos.  

De acuerdo con el último informe de Oxfam, Mujer y desigualdades económicas, en una década (2006-2016) el Perú solo mejoró 0,3 en su puntaje en el Índice de Brechas de Género, de 0,66 a 0,69. Así, el producto económico de una mujer equivale apenas al 58% de la del hombre; esto en contraste con países como Suecia o Noruega, donde la mujer tiene el 78% del producto económico del hombre.

foto: Percy Ramirez

Una mujer que hace las mismas actividades que un varón con el mismo profesionalismo y eficacia no puede aspirar a obtener el mismo sueldo que este por el simple hecho de ser mujer. Una trabajadora peruana recibe menos del 70% del ingreso de un trabajador peruano. El ingreso laboral promedio de una mujer sigue siendo inferior al de un hombre en casi un tercio (esta proporción es prácticamente la misma que existía década y media atrás), según el informe en mención. ¿Nacer mujer es una desventaja?  

El 64% de las mujeres son consideradas económicamente activas en contraste con el 81% de los hombres. Por cada 10 trabajadores profesionales técnicos solo hay 7,6 mujeres en las mismas condiciones.

Entre el 2004 y 2015, el 34% de mujeres vivió con un sueldo inferior a la línea de pobreza. ¿También hay hombres que trabajan con esos sueldos? Es cierto, pero no llegan ni al 17% de la población masculina. Oxfam revela que una mujer tiene dos veces y media más probabilidades que un hombre de tener un ingreso por debajo de la línea de pobreza. Esto quizás se deba a que casi la mitad de las mujeres (49,6% en el año 2015) ocupa empleos precarios en contraste con el 37,6% de los hombres que se encuentran en la misma situación; sin embargo, sigue sin existir una justificación para que ello sea así.

Un trabajo no reconocido 

foto: percy ramirez

¿Sabías que en el 2010 el trabajo doméstico no remunerado desempeñado por las mujeres tuvo un valor acumulado cercano a los S/60 mil millones? De acuerdo con Oxfam, esto sería equivalente a alrededor del 14% del PBI.

"Una mujer dedica un total de 75,5 horas semanales a trabajar, mientras que el hombre dedica en promedio 66,4 horas; un diferencial de más de 9 horas adicionales de trabajo que una mujer aporta cada semana. Pero la mayor parte de esta carga laboral que asume la mujer no es reconocida, pues dedica casi 40 horas semanales en promedio al trabajo doméstico no remunerado frente a solo 16 horas en el caso de los hombres", dice el informe.

Las tareas del hogar continúan siendo un trabajo no remunerado y gran parte de la población femenina del país se dedica exclusivamente a esta labor. Por ello, el 32,3% de las mujeres carece de ingresos propios (una de cada tres mujeres). Esto significa que 3,7 millones de mujeres carecen de libertad de elección y autonomía económica.

Se estima que más del 70% del valor del Producto Bruto del Hogar es aportado por la ama de casa.

Lucha por la igualdad de género en el Perú

foto: carlos ly

Desde el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables se tiene una serie de propuestas para alcanzar dicho objetivo. Sin embargo, el 2% del PBI que se plantea como meta mínima de financiamiento no es suficiente.

Por su parte, el Ministerio de Educación ya está implementando la guía escolar que busca la igualdad de género. Sin embargo, esto no es suficiente. "El empoderamiento económico de las mujeres está presente en el discurso oficial, pero no se concreta adecuadamente en las políticas públicas", sentencia Oxfam.

El estudio sostiene que faltan precisiones sobre metas, plazos y recursos a utilizarse. Una de las razones que se atribuye a esta carencia es que aún nos encontramos en una cultura arraigada en el machismo.

Pese a que existe la Ley 29083, que obliga a la entidades públicas reportar en la evaluación de su ejecución presupuestal cómo han incidido en las políticas de equidad de género, no se ha aplicado una política de adecuación del Presupuesto Público sensible al género.

"Desde el Estado no se percibe que la política tributaria pueda ser un instrumento para lograr la igualdad de género", señala el informe como uno de los obstáculos para la lucha por la desigualdad de género.  

Recomendaciones para una lucha eficiente

Oxfam sugiere establecer un programa de adecuación y equiparación de las políticas de género en el Perú para su ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ampliar programas enfocados en temas críticos de género, incluir la función equidad de género en la estructura presupuestal, reconocer y compensar el rol clave del trabajo doméstico no remunerado de las mujeres, entre otros aspectos. 

"Incluir la función equidad de género en la estructura presupuestal. Esto es clave para evidenciar y monitorear el real esfuerzo en las políticas públicas destinadas a atender las brechas y barreras de la desigualdad entre hombres y mujeres", señala el informe.

Aquí puedes leer el informe completo. 


(Foto de portada: Percy Ramírez/Oxfam)

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