En enero pasado, la Defensoría del Pueblo registró un total de 214 conflictos sociales en Perú. De estos, 114 eran de tipo socio-ambiental. Este problema no solo afecta a la región. El Atlas de Justicia Ambiental muestra cómo en África, la India y América Latina el extractivismo se convierte en un peligro para la sostenibilidad ambiental y para el actual modelo económico vigente en el mundo. 

El economista español de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Joan Martínez Alier presentó este martes en nuestro país este mapa mundial de conflictos socio-ambientales. Desde el 2012, Martínez Alier viene trabajando en este proyecto junto a investigadores de la UAB.

Este Atlas, explica el experto español, sirve para estudiar ecología política, ver cómo aparecen los conflictos, qué desenlaces tienen y cómo el poder influye en estos. Hasta el momento, el Atlas ha registrado un total de 2,024 conflictos socio-ambientales en el mundo. "Cada día va aumentando uno o dos. Todo el equipo que hace esto consulta a activistas locales", explicó Martínez Alier durante su presentación en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

Para el economista, la causa de estos conflictos "es el aumento de los flujos de energía y de materiales en la economía industrial". Es decir, cada vez se acude a lugares más lejanos para obtener recursos, "como hemos visto aquí en la Amazonía de donde se quiere sacar aceite de palma, gas o petróleo", afirmó.

En el caso de Perú, el especialista resaltó la participación indígena en el conflicto por el proyecto minero Cañariaco de la empresa canadiense Candente Copper en Lambayeque, donde la comunidad indígena San Juan de Cañaris pidió consulta previa. "Vimos como demostraron que hablaban quechua y pidieron que se aplique el Convenio 169. Es un caso de autoidentificación indígena estratégica", dijo.

El abogado Iván Lanegra, especialista en derecho ambiental, señaló que hay "una mirada ecológica que está dominando la manera de comprender el origen de los conflictos" y cuestionó el actual rol del Estado, que en el caso peruano, por ejemplo, ha demostrado tener "capacidades limitadas".

Para el antropólogo Javier Torres, el caso del proyecto Inambari es importante, ya que "las razones por las que no se hizo fue la construcción de la Carretera Interoceánica y a la resistencia de los puneños. Sobre el rol estatal, dijo que "cuando uno no tiene al Estado se pierden ciertas cosas, pero el Gobierno solo apareció cuando hubo proyecto y cuando no hubo se volvió a ir".

La socióloga María Isabel Remy puso énfasis en los movimientos campesinos y cuestionó las categorías de éxito o fracaso en el Atlas. "Tambo Grande es un éxito, Cerro Quilish también, probablemente Conga, que muy difícilmente la empresa se va a meter a explotarlo, Tía María puede ser, pero es la empresa minera mas poderosa del Perú. La postergación ya es un éxito", afirmó.

El investigador del IEP Julio Cotler se preguntó "¿Por qué no hay una federación de opuestos a la minería? ¿Por qué todos los conflictos son locales y aislados?". "El Atlas puede registrar la capacidad asociativa de la sociedad", señaló.

- Mira en este enlace el Atlas de la Justicia Ambiental: http://ejatlas.org/

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