La NASA anunció este miércoles el hallazgo de un nuevo sistema estelar con siete planetas del tamaño de la Tierra, que se encuentra a 40 años luz de nosotros y orbita alrededor del TRAPPIST-1, una estrella enana ultrafía con un brillo casi mil veces menor al del Sol.   

Una de las grandes expectativas que tiene este nuevo sistema es que se trataría de una zona habitable, lo que ha avivado el entusiasmo y las ganas de explorar el lugar. Sin embargo, el concepto de zona habitable solo hace referencia a las probabilidades de que haya agua en estado líquido, pero eso no indica que haya vida, pues el agua podría tener efectos negativos.

Ante ello, Sarah Kaplan explicó en un artículo en el Washington Post por qué visitar el nuevo sistema no es una buena idea, todavía. El Trappist-1 se halla a 40 años luz y esto puede resultar nada respecto a la extensión del universo. Pero, incluso con una nave que se mueva a la velocidad de la luz, el viajecito duraría cuatro décadas.

Es cierto que los planetas del nuevo sistema son similares a la Tierra, su estrella es diez veces más pequeña y 2,5 veces más fría que el Sol. Esto complica las probabilidades de vida allí. Trappist-1 se asemeja más a un planeta como Júpiter que a una estrella como el Sol.

El nuevo sistema solar es muy pequeño, mide apenas un poco más que la distancia entre el Sol y Mercurio. Esto es bueno porque conserva el calor y la luz de la estrella es débil, pero aumenta las probabilidades de erupciones solares que podrían dañar sus atmósferas, en caso las tengan, y la radiación podría ser tan alta que atente contra la tan prometedora vida del lugar.

Como los planetas entre sí y la estrella están tan próximos, los astrónomos creen que completan sus órbitas en una sola rotación sobre su eje, así como la Luna respecto a la Tierra. Esto genera que siempre muestren una misma cara hacia Trappist-1. Entonces, un lado recibe todo el tiempo el calor de la estrella y la otra parte siempre está en la oscuridad. Esto podría ocasionar vientos fortísimos y cambios realmente extremos, por ejemplo, un lado del planeta podría arder y el otro podría estar completamente congelado.

Este, sin duda, es un gran descubrimiento que requiere calma, tiempo y mucho cuidado para seguir con la exploración y tener nuevas certezas.

DATO

Los planetas del nuevo sistema son tan próximos que es imposible distinguirlos en el brillo de la estrella. Los científicos que los identificaron tuvieron que utilizar un método indirecto: Verificar 34 tránsitos de cuerpos frente a la estrella y luego establecer las órbitas de los siete planetas.

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