Bernar Lecoquierre es el nombre del cura francés de 73 años, de la diócesis de Rouen, denunciado por violación agravada contra dos menores de edad. El último jueves, las autoridades francesas ordenaron 48 horas de prisión preventiva en su contra mientras se inician las investigaciones.

El sacerdote es acusado de haber violado a un joven de 15 años y a otro, que hoy tiene 21 años. Este último dijo que fue agredido sexualmente por casi 9 años, entre septiembre de 2007 y fines de enero de 2016, lapso en el que Lecoquierre ofició como párroco de la iglesia Nuestra Señora de Yerville en Caux, ubicada en el departamento de Seine-Maritime.

De ser encontrado culpable, Lecoquierre sería condenado por 20 años de cárcel. A través de un comunicado, la fiscal adjunta, Etienne Thieffry, informó que la denuncia fue presentada por un adolescente en la comisaría de Ruan y luego por otra víctima de violación.

La diócesis lamentó los hechos y emitió un comunicado que refiere que "el padre Bernard Lecoquierre, 73, permanece en una detención de 48 horas" y que "están a la espera de la decisión del fiscal ( ...)”. Según la información biográfica publicada en la página web de la diócesis de Rouen, el cura Bernard Lecoquierre es sacerdote auxiliar al servicio de la parroquia Rouen del Norte desde setiembre de 2016. 

El religioso está procesado por:

1. Delitos de violación y tentativa de violación agravada de un menor de 15 años por una persona de autoridad.

2. Delitos de violación y tentativa de violación agravada por una persona con autoridad.

3. Delito de asalto sexual a menores de 15 años por parte de persona de autoridad.

4. Delitos de asalto sexual por parte de persona con autoridad.

La pena máxima por estos delitos es de dos décadas de prisión.

Horas después de la denuncia, el arzobispo de Ruan, Dominique Lebrun, brindó una conferencia de prensa en medio de "tristeza, ira y verguenza", según manifestó. 

"Mis primeros pensamientos va a las presuntas víctimas de actos atroces y más extravagantes por parte de un sacerdote, cuyos efectos destructivos son muy conocidos", sentenció Lebrun.

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