Restaurantes y otros negocios en todo Estados Unidos se sumaron este jueves a la protesta bautizada como #ADayWithoutImmigrants, movimiento nacional que rechaza las reformas migratorias del presidente Donald Trump y destacar la contribución a esta potencia mundial país de los inmigrantes.
La convocatoria para la manifestación se extendió rápidamente a través de los mensajes de boca en boca y los medios sociales bajo el hashtag #UnDíaSinInmigrantes (en castellano), que incluye que los participantes no vayan a trabajar o a la escuela, a hacer compras y el cierre de comercios.
"Si cientos de miles de inmigrantes se quedaran en casa, la ciudad de Nueva York se vaciaría", dijo a CNN Thanu Yakupitiyage, gerente de comunicaciones de la Coalición de Inmigración de Nueva York.
En todo Estados Unidos, muchas industrias importantes se ven afectadas por las ausencias laborales. El impacto es mayor en el rubro de los restaurantes, en el que los inmigrantes representan la mayor parte de la mano de obra. Por ejemplo, en el 2015 se estimaba que más de 7 millones de trabajadores en este tipo de negocios eran de otras nacionalidades, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU.
Un análisis realizado por Pew Research reveló que en el 2014 alrededor de 1,1 millones de trabajadores del mercado de restaurantes se encontraban indocumentados. Eso hace que sea la segunda después del sector construcción.
"Los inmigrantes son el alma de la industria de restaurantes", dijo en CNN Saru Jayaraman, cofundador de Restaurant Opportunities Centers United (ROC), grupo nacional de apoyo para los trabajadores de restaurantes con sede en Nueva York.
ROC recientemente ayudó a lanzar el llamado movimiento de restaurantes santuarios en el que cientos de chefs se han comprometido a crear entornos de trabajo seguros para los trabajadores vulnerables, incluidos los indocumentados, LGBT, musulmanes y discapacitados. Esta organización también proporciona asistencia legal a los trabajadores que se sienten amenazados o maltratados en el trabajo.
El famoso chef José Andrés, natural de España, anunció que también cerrará sus cinco restaurantes en EEUU. El europeo está actualmente involucrado en una batalla legal con Trump por un arrendamiento de un local en el Hotel Trump International.
Imagen de cabecera: The Washington Post
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