El Pleno del Parlamento Europeo (PE) ratificó el tratado de libre comercio e inversiones entre la Unión Europea (UE) y Canadá, conocido como CETA. El acuerdo logró este miércoles un amplio respaldo en la Eurocámara, al lograr 408 votos a favor, 254 en contra y 33 abstenciones. Esto le permite su puesta en marcha provisional y parcial desde abril, a la espera de la ratificación de los parlamentos nacionales para aplicación definitiva. 

El CETA fue firmado el pasado 31 de octubre, tras complicadas negociaciones que terminaron en septiembre del 2014, ya que Bélgica fue uno de los principales opositores pues exigía incluir a la región de Valonia en el acuerdo, que eliminará derechos de aduanas y restricciones de acceso a los contratos públicos de los 28 países firmantes.

El objetivo de CETA es eliminar barreras arancelarias con Canadá y facilitar el intercambio comercial y de inversiones de bienes y servicios. El pacto pretende crear también oportunidades para la agricultura, aunque se han introducido algunas protecciones para zonas geográficas sensibles europeas.

En la actualidad, las relaciones comerciales entre la UE y Canadá se estima en unos 60.000 millones de euros anuales. El bloque comunitario es el segundo socio comercial del país norteamericano.

La Unión Europea cuenta con que el comercio de bienes y servicios entre las dos partes aumente un 25% con el CETA y que el PIB europeo crezca en unos 12.000 millones de euros al año.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, planea viajar a Estrasburgo (Francia) para asistir a la Eurocámara este jueves. Anteriormente, Trudeau tuvo que aplazar su visita a Bruselas por dificultades en las negociaciones del CETA. Será la primera vez que un primer ministro canadiense pronuncia un discurso ante el Parlamento Europeo y, por ello, abordará otras cuestiones de interés común.

El Partido Popular Europeo (PPE), los conservadores y reformistas (ECR) y los liberales (ALDE), se han pronunciado a favor, mientras que los socialdemócratas se han dividido (los socialistas españoles han optado por el sí) y los Verdes y la Izquierda Unitaria, así como las fuerzas euroescépticas, han votado mayoritariamente en contra.

Los detractores se han opuesto a su ratificación porque dudan de las garantías que ofrece en materia laboral, protección medioambiental y sanidad, y alertan del poder que da a las multinacionales frente a las leyes nacionales. También la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, ha anunciado el voto en contra de su grupo.

Para su aprobación definitiva es necesario que sea ratificado por los parlamentos nacionales de cada uno de los 28 países firmantes. Dificultad formal en la que confían los grupos contrarios al acuerdo para dificultar su puesta en marcha definitiva.

Manifestaciones civiles

MAnifestaciones frente a la sede del Parlamento Europeo. Imagen: Agencia EFE

Este miércoles, el mismo día de la votación, se dieron protestas civiles frente al Parlamento Europeo contra el tratado. Miembros de Greenpeace se unieron en varias cadenas humanas en la zona de acceso al edificio principal, mientras otros manifestantes intentaban impedir el acceso de los vehículos oficiales de los europarlamentarios.

Las manifestaciones lograron que el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, propusiera retrasar unos minutos el inicio de la sesión, para que diera tiempo a entrar al pleno a la mayoría de miembros.

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