Por: Gabriela Wiener

Dice Tomás que la primera vez que vio a Carmen, en el salón Pueyrredon, un club punk en Buenos Aires, ella estaba tocando un teclado en el escenario, descalza y con un camisón blanco. “Sus pelos revoleaban flamígeros, parecía que levitaba”. Ese día empezó su historia de amor pero pasarían años antes de que empezaran a tocar juntos. “Un día lo hicimos, jugando, y unos minutos después de empezar nos pusimos relocos, nos dimos cuenta de que teníamos una química tremenda”. Así nació esa iglesia del ruido oscuro llamada Mueran Humanos. Sus sumos sacerdotes, Carmen Burgess y Tomás Nochteff, no han parado desde su álbum debut en 2011, de “dar vida a lo oculto, a lo suprimido, a lo callado y a lo prohibido”. Es lo que hacen en su último disco, “Miseress”, que acaba de aparecer a través del mítico sello ATP Recordings (UK). “Podría no haber sucedido y hoy estaríamos juntos pero no tocando juntos”. Para ellos, la música no tiene nada que ver con el amor.

¿Cómo es la colaboración entre una pareja artística y pareja a secas? ¿Comprenderse musicalmente es como amarse…?

Carmen: Nuestra colaboración varía. A veces uno hace la letra de una canción y el otro la estructura. En general hacemos todo entre los dos, menos las letras, que en general son más radicalmente de uno o del otro. La música es para mi algo diferente al amor. Escuchar lo que hicimos juntos se siente ajeno a nosotros mismos. Como estar mirando los dos el mismo cielo, el de un planeta que antes no existía.

Tomás: Como dice Carmen la música y el amor no tienen nada que ver, cuando hacemos algo juntos no nos vemos como novios, no nos hacemos favores ni nos perdonamos la vida. Yo no voy a tocar una canción que no me gusta porque la hizo mi novia. Somos brutalmente críticos y exigentes el uno con el otro, pero todo encaja porque tenemos química y nuestra creatividad se complementa naturalmente. Tuvimos suerte, nada más. 


¿Cuál es el concepto de Miseress y por qué es diferente a todo lo de antes?

Carmen: No es tan diferente. Y no es tan conceptual como por ejemplo lo será el que viene. Hay más presencia de máquinas y muchas texturas de sonidos. Fue lo primero que grabamos nosotros en nuestra casa y estuvimos experimentando bastante con las posibilidades que eso te da. Lo cual tiene un doble filo porque faltó un poco el factor del en vivo. Eso es otra cosa que cambiará en el próximo disco. Ya tenemos seleccionados los temas y vamos a grabarlo en vivo.

Tomás: Tratamos cada tema como algo único y él nos va llevando a diferentes métodos, diferentes aproximaciones y diferentes sonidos. Luego elegimos los que mejor conviven entre sí para que el disco sea como un viaje o como un lugar en el que te podés meter y te pasen cosas.


He leído que ustedes creen que vuestro arte se parece a construir un Frankestein, algo que surge quizá de lo oscuro y mortuorio pero a lo que vuestra música le insufla vida. ¿De verdad trabajan desde pulsiones tanáticas? ¿Cómo conciben la creación en ese sentido?

Tomás: Se parece a construir un Frankestein porque es siempre un proceso de destrucción/construcción, como arrancar una cosa y coserla a otra cosa. Y también es como Frankestein porque no paramos hasta conseguir que tenga vida propia, hasta que nos excita y nos da un poco de miedo. Es darle vida a lo oculto, a lo suprimido, a lo callado y a lo prohibido.


¿Suena muy evidente cuando se les define musicalmente como oscuros o siniestros? ¿Se puede aplicar esta etiqueta a vuestro día a día?

Tomás: Yo veo la vida de esta forma, no dejo afuera lo que llaman siniestro u oscuro. La gente se arma un mundito ridículamente cerrado en que salen sonriendo en todas las fotos y sólo les gusta la playa y sólo tienen sentimientos "normales", como si no supieran que al final se van a morir, como si no tuvieran deseos ocultos. Al final terminan en un mundo chato y aburrido, tapados por la mediocridad y el aburrimiento, frustrados y cansados, entonces, ¿quién es oscuro en realidad?


Me suenan familiares.

Tomás: Cuando ven a alguien que no vive como ellos dicen que está obsesionado con lo oscuro. No es verdad, simplemente no cierro los ojos a lo que ustedes cierran los ojos. Sí, me interesa lo que está en la oscuridad, lo que está olvidado, lo que está suprimido, lo que está prohibido y vive en el secreto. Que esté en la oscuridad no significa que sea algo horrible. Lo horrible está en todas partes y lo maravilloso también. O quizás sí, quizas esté obsesionado con lo siniestro, para mí es normal y para Carmen también.

Carmen: A mí me gusta el humor negro. El nonsense. No hablo en serio la mayor parte del tiempo por lo cual podría decirse que no, no soy uno de esos músicos darks que van con cara de amargados por defecto.


¿Qué peso tiene para ustedes, después de haber transitado bastantes escenas underground, trabajar para ATP, el sello discográfico londinense, para este último disco Miseress? ¿Fue buscado o más bien confluyeron los factores?

Carmen: Confluyeron los factores. Inclu, Gabi. Incluso antes de MH, cada uno siempre tuvo una especie de vision, o intuición que seguir. Lo de ATP yo lo vivo como lo que es, algo hermoso que nos ha pasado por seguir esa intuición.

Tomás: Todos los sellos con los que trabajamos llegaron a nosotros, nunca conseguimos nada buscando.


¿Cómo ha sido estar en el estudio de Einsturzende Neubaten? ¿Nervios? ¿Presión? ¿Pueden contarnos alguna anécdota inolvidable?

Tomás: Ni nervios ni presión. Emoción sí porque soy fan de Neubauten desde los 14 años, pero no hay mucho que contar. La idea del estudio es llegar a una excelencia de audio pero sin perder la crudeza ni la locura, es un ambiente de trabajo duro pero de mucha libertad. Creo que los discos que salen de ahí lo demuestran, Neubauten obviamente pero también Sunn O))) y Swans grabaron ahí. Llegamos recomendados por el guitarrista de Neubauten. Boris, el ingeniero de ellos y del estudio, quiere trabajar con grupos que le parezcan interesantes y originales, por eso nos hace un súperdescuento y se involucra en sacar el disco adelante. Para nosotros es perfecto. El próximo lo vamos a grabar ahí también.


Viviendo en Europa, ¿De qué manera reivindican la música que se está produciendo en Latinoamérica y cómo se relacionan con esa otra escena?

Tomás: Bueno, hacemos lo posible para difundir lo que nos gusta, por ejemplo Carmen organizó una gira de Mujercitas Terror y yo escribí un texto para el sitio alemán Electronic Beats sobre 16 bandas under de Argentina; también trabajé armando un compilado de música underground de los 80 latinoamericana para un sello español, pero está medio parado. Hacemos lo que podemos pero estamos más concentrados en ser nosotros mismos que en ser abanderados de los demás.


¿Qué bandas de América Latina les emocionan? ¿Algunas de Perú?

Tomás: En Perú hoy hay mucho y muy bueno. Como siempre, no olvidemos que en Perú se inventó el punk. Me encantan Jardín, Liquidarlo Celuloide, Orquídea, Cocaína, Pauchi Sasaki, Varsovia, Dios Hastío y en general todo lo que edita Buh Records, de Luis Alvarado, para mí es el mejor sello de Latinoamérica, el trabajo de rescate de música noise y experimental peruana que hace es alucinante. Al mismo tiempo trabaja con bandas de ahora, y toca música y organiza shows y el festival Integraciones y tiene un programa de radio y trabaja con poesía experimental e hizo un documental de noise peruano... y ocho mil cosas más. No entiendo cómo hace para desplegar toda esa actividad, es una especie de súperhombre, lo admiro. Si hubiera tres Luis Alvarado por ciudad latinoamericana, cambia la historia del rock.

Cómo ven la escena berlinesa después del boom de hace unos años? ¿Creen que ha sabido ir más allá de sí misma o que ya constituye casi un universo cerrado?

Tomás: Me aburre terriblemente hablar de Berlín. Y de escenas también.


¿Alguna vez han sentido que cantar en castellano sea un handicap? ¿Por qué tantas bandas se tiran al inglés siendo castellano-parlantes?

Tomás: Claro que es una limitación enorme para nuestra "carrera", pero no nos importa “nuestra carrera", no es una "carrera" sino nuestra vida, nos metimos en esto para hacer exactamente lo que queremos.

Carmen: Creo que en nuestro caso, el mensaje, una mezcla de romanticismo, agresión y factor espacial, se recibe aunque no entiendas las letras. Los que las entienden por supuesto siempre tendrán algo más claro. Nunca me importó el hecho de no estar siendo entendida idiomáticamente. Trato de dar lo mejor de mí en cualquier caso. No se por qué hay tantas bandas de hispanohablantes tirándose al inglés, pero sí sé que hacer letras en castellano y que no suene muy mal es una tarea mucho más difícil que hacerlo en inglés.


Cuando los conocí en Barcelona, Carmen tenías una actitud muy punki. Y en ti la brutalidad también parece ser un fetiche, un estilo, una estética, una actitud. ¿Han cambiado o siguen siendo tan temibles?

Tomás: Yo siempre vi a Carmen como una mujer que se plantaba y no se dejaba pasar, simplemente. Lo que pasa es que cuando una mujer es así la tratan de loca y la subestiman y Carmen está acostumbrada a hacerse valer, a los botellazos si hace falta. Cuando la conocí en el ambiente del rock en Buenos Aires todos le tenían miedo y hasta odio, menos yo. Ella era muy joven, vivía de una pensión mugrienta a otra, trabajaba en un bar en que las chicas atienden en ropa interior y tocaba en una banda, además no tenía contacto con su familia, ellos no sabían ni dónde estaba. Son todas situaciones muy expuestas para una chica y ella sabía defenderse y sabía atacar. Nunca me pareció mala ni violenta, sus rasgos principales son la energía, la imaginación y la originalidad. Lo que pasa es que no le importa lo que piensen los demás y eso a la gente le choca, especialmente en una mujer.

Carmen: Ahora no tengo tanto alrededor para odiar, ya que suelo relacionarme con gente del ambiente en el que nos movemos con MH, que en general es gente que me cae bien o que quiero, y si no, trato de ser diplomática. Si alguien no me cae bien desvío la atención y chau, mientras que en aquel entonces, por diversión, y un poco por experimento, se lo hubiera hecho notar. Me divertía ser grosera con quien me caía mal y aunque algunos recuerdos me divierten, otros me causan rechazo. Creo que está bien burlarse un poco en la cara de alguien que está siendo, por ejemplo, en extremo arrogante, es divertido para uno y sano para el pecador, ya que lo tiene merecido. Pero arrojar una botella apuntando a la cabeza del barman por que no te quiso vender otra cerveza ya te convierte en un retardado. Esto último es el tipo de cosa que ya no hago. De todas formas veo en las caras de los demás que sigo siendo un poco temible. Creo que es por que soy bastante salvaje y también porque a veces me sucede algo raro en la piel, me pogo un poco fluorescente.

Tomás: Creo que si hubiéramos nacido en un pueblo pequeño nos hubieran matado. Por suerte nacimos en una gran ciudad. A mí me encanta la naturaleza, siempre fantaseo con irme a vivir lejos, en medio del bosque, pero lo que me detiene es saber que entonces voy a estar en algún tipo de pequeña comunidad y sé que me van a terminar odiando, lo sé, me los imagino en medio de la noche con antorchas acercándose a la casa para destruirme.  Temerle a la gente como nosotros es un error de cálculo. Raramente la gente como nosotros hace daño, los que matan y violan son siempre gente aparentemente muy normal.


La obra de Carmen, que se ha usado en el arte de sus discos, es bastante perturbadora. ¿De dónde sale toda esa violencia contra estas mujeres-muñeca?

Carmen: Ese enojo del que te hablaba antes, el mismo que me hacía a veces confrontar a la gente, fue transformándose en agresividad creativa. Básicamente por no tener más remedio, ya que nos mudamos a Berlín y yo no hablaba ni inglés ni alemán. Entonces me dediqué a atacar a las chicas en las tapas de las revistas en mi serie “Seventeen”, estando horas en casa encerrada mientras Tomás trabajaba.

Tomás: Ella hizo esas obras instintivamente y nunca se preguntó por qué, pero para mí estaba creando unas criaturas alucinantes venidas de otra dimensión, llenas de poder y de una mezcla de horror, humor y belleza. Y por el otro lado al usar la revista Seventeen, que es una especie de Cosmopolitan para adolescentes, estaba atacando y burlándose de esa imagen de perfecta tarada que se les impone a las mujeres. En realidad la mayor parte de la gente que conozco lo ve de esa manera, menos Carmen, a la que aparentemente le aburre pensar en eso.



Ilustraciones: Carmen Burgess


Concierto : Viernes 24 de febrero, 9 pm. Dónde: Nebula Club (Gonzales Prada 194 - Miraflores). Invitados:  Varsovia y Liquidarlo Celuloide.

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