El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, destituyó a la fiscal general del país, Sally Yates, quien se negó a defender en los tribunales la norma dictada por el mandatario el pasado viernes, en la que vetaba el ingreso de migrantes y refugiados de Irán, Irak, Siria, Sudán, Somalia, Libia y Yemen.
En la fiscalía general desde la presidencia de Barack Obama (2009-2017), Yates había ordenado a los abogados del Departamento de Justicia que no hicieran cumplir la orden ejecutiva del presidente, pues aseguró no estar "convencida" de la legitimidad de la disposición presidencial.
"Mientras yo sea la Fiscal General en funciones, el Departamento de Justicia no presentará argumentos en defensa de la Orden Ejecutiva".
La decisión de Trump sobre la suerte de Yates no se hizo esperar, y se dio a conocer en un comunicado de la Casa Blanca:
"Yates traicionó al Departamento de Justicia al negarse a hacer cumplir una orden diseñada para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos (...) Ha llegado el momento de ponernos serios para proteger a nuestro país. Imponer un escrutinio más duro a individuos que viajan desde siete países peligrosos no es extremo. Es algo razonable y necesario para proteger a nuestro país".
Yates estaba a la espera de que el Senado estadounidense, ahora con mayoría republicana, confirme al nominado por Trump, el senador Jeff Sessions. De manera temporal, asumirá el cargo Dana Boente, quien afirmó sentirse "honrada" por el nombramiento.
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