La polaca Anna Alboth es periodista y activista que participa en muchas campañas solidarias con sociedades vulnerables. Es también muy conocida en Alemania -donde vive- y fuera de sus fronteras por su blog de viajes en familia. Y desde hace días causó expectativa su convocatoria a una marcha solidaria a pie para recorrer el trayecto desde Berlín hasta Alepo, a modo de testimonio contra la guerra en Siria, la que empezó este lunes 26 de diciembre.
El punto de partida de 'Civil March for Aleppo' fue el antiguo aeropuerto de Tempelhof, donde hay 2.000 refugiados. Cientos de personas con mochilas y carpas acudieron a la cita y esperan que durante el largo recorrido (3.400 kilómetros) los acompañen 2.700 voluntarios, quienes desde las redes sociales han ofrecido sumarse a la marcha en distintos tramos (saliendo de Alemania, la ruta es República Checa, Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia, Macedonia, Grecia, Turquía y Siria; cada día recorrerán 20 kilómetros). En tres meses y medio alcanzarían la frontera siria y Alboth espera congregar a 5.000 personas.
"Hay que pasar a la acción. No podemos seguir sentados ante nuestra computadora portátil sin hacer nada, con el argumento de que no podemos hacer nada", escribe Alboth en su muro de Facebook. Ella, quien alojó en su casa a un refugiado sirio y ha apoyado a otros de distintas maneras, dice que el reciente bombardeo de los hospitales en Alepo fue el detonante para salir a denunciar la brutalidad del conflicto y enviar una señal a los habitantes de la ciudad o quienes huyeron de ella de que no están solos.
La periodista ha declarado a medios europeos que la experiencia de apoyar a los sirios en Berlín había tenido un fuerte impacto en ella. Como activista pasa mucha horas junto con mujeres sirias refugiadas en Berlín y con Akeel, el refugiado que vive en su casa, organiza cenas para que él explique lo que está pasando en Siria y también cómo es la vida de los refugiados que viven en Alemania. De esa manera busca generar conciencia en los europeos de la brutalidad de esta guerra.
Pero admite que eso es insuficiente, como lo es también protestar solamente ante las embajadas involucradas en este conflicto. Y a pesar de que es consciente de que la empresa es peligrosa, no ha dudado en seguir adelante, y ha recurrido a organizaciones humanitarias para que apoyen a quienes participen de la marcha. También hay una logística que ha previsto los papeleos respectivos para cruzar las fronteras así como permisos de iglesias y hospitales para descansar y alimentarse. Y es que la organizadora quiere que sea una marcha lo más 'oficial' posible para poder contar con la colaboración de policías y ambulancias, de ser necesarios.
Anna es consciente también de que el pedido al gobierno de Al Assad y al Estado Islámico de que depongan sus armas suena idealista, pero eso no la desanima. "Llevamos banderas blancas porque queremos decirle al mundo que ya es suficiente y que la guerra debe terminar”.
Tras el inicial entusiasmo, habrá días duros, y seguro algunos abandonarán a la vez que otros se sumarán. De momento, ella no sabe hasta dónde llegará la marcha, pero afirma a la BBC: "Si nadie nos detiene, iremos hasta el final".
I'm going to Alepo!
Si estás en Europa y quieres participar en la marcha, o si quieres colaborar con esta causa, puedes ingresar a Civil March For Aleppo.
(Foto cabecera: BBC)