Luego de una extensa jornada, a las dos de la madrugada de hoy, domingo 20 de noviembre, se firmó un acuerdo entre los representantes indígenas de Loreto y los ministros de Justicia, Defensa y Cultura para iniciar el diálogo y resolver el conflicto de Saramurillo.
De acuerdo con el documento, el diálogo entre el Estado peruano y los pueblos indígenas empezará el lunes 28 de noviembre en Saramurillo. Un día antes, el 27 de noviembre, los apus harán la entrega de las instalaciones retenidas con presencia de representantes de la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía de la Nación, Petroperú, el ministro de Defensa o la ministra de Justicia y Derechos Humanos. Hasta ese entonces las condiciones serán las mismas que las actuales.
El acta indica que "el diálogo tendrá un plazo máximo de 15 días, con una Comisión de Alto Nivel de las siguientes entidades: Ministerio de Defensa, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Ministerio de Salud, Ministerio de Ambiente, Ministerio de Vivienda, Ministerio de Cultura, Ministerio de Energía y Minas, la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad y Petroperú".
Además, el gobierno se ha comprometido a invitar y dar facilidades para el traslado a las siguientes entidades: Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República, los cuatro congresistas elegidos por Loreto, los cinco municipios distritales (Urarinas, Parinari, Trompeteros, Andoas y Tigre), la Municipalidad Provincial de Nauta, la Comisión de Justicia y Paz - Derechos Humanos del Vicariato Apostólico, Aidesep y ORPIO, la Defensoría del Pueblo, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, y las empresas que operan en la zona.
Como se sabe, las exigencias de los indígenas era que el titular de la Presidencia del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, viajara a Saramurillo para recién ellos suspender el bloqueo de parte del río Marañón. Por su parte, el premier, quien -hay que resaltarlo- estaba dispuesto al diálogo, pidió el cese del referido bloqueo para asistir a la zona del conflicto. Un tira y afloja que se dilató demasiado, pero que finalizó tras la sesión de ayer. "Zavala participará en la etapa final del diálogo y/o durante el desarrollo del mismo", indica el documento.
En una nota anterior comentábamos la oportunidad que tenía el gobierno de aprovechar la presencia de la delegación indígena en Lima y evitar que el conflicto se dilatara y se hiciera más complejo. Lo de esta madrugada es un avance, pero es apenas una hoja de ruta. Las negociaciones no serán fáciles, pero son necesarias. ¿Qué responderá el gobierno peruano ante las demandas indígenas? Por ejemplo, ante el pedido de renovar (cambiar) el Oleoducto Norperuano. Aunque tras los derrames de petróleo (con sabotaje y sin él) es necesario el mantenimiento y otras medidas para que no haya fugas de petróleo, sabemos que reemplazarlo no está en el corto ni en el mediano plazo.
Un tema muy importante y urgente es la remediación de los lotes 192 y 8. Mejor dicho, una real remediación, porque quienes hemos visitado las zonas somos testigos de que aún hay contaminación. En ese aspecto hace falta un fuerte compromiso del gobierno y que las empresas petroleras respectivas hagan un buen trabajo que sea supervisado por OEFA, Osinergmin y otras instituciones ambientalistas.
Por otro lado, los indígenas deben reorientar sus demandas, especificarlas y profundizarlas. Pero a la vez es el momento para que sean demandas inclusivas, en las cuales participen más comunidades afectadas por la contaminación petrolera. Aquí es necesario señalar que hay diferencias y disputas entre las comunidades nativas que deben pasar a un segundo plano en aras de un beneficio para el total de pueblos de las cuencas de Loreto. Y el gobierno también debe ser consciente de ello.
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