Impotencia y desolación. Estas dos palabras pueden describir el escenario que se vive en Cantagallo tras el incendio del último viernes que afectó 500 familias de shipibo-konibos y que pudo haberse evitado, si se llevaba a cabo el proyecto Río Verde que, como ya lo hemos explicado ampliamente, iba reubicar a esta comunidad en un espacio más seguro. La gestión del alcalde Luis Castañeda, sin embargo, canceló el proyecto (de manera poco transparente según la investigación de IDL Reporteros).
Esta mañana, un despacho de RPP mostró la preocupante realidad que viven nuestros compatriotas tras el siniestro que se habría iniciado por una vela encendida.
Las imágenes muestran que aún hay escombros por remover. Los vecinos, por su parte, han perdido muchas de sus pertenencias, pero se han visto obligados pernoctar cerca de sus casas para proteger lo poco que consiguieron salvar de las llamas, de los delincuentes y cachineros que buscan aprovecharse de esta desgracia.
En medio de este panorama, el miembros del Ejército, activistas de ONG, y ciudadanos organizados se han acercado a la zona siniestrada para ayudar a los afectados con la remoción de escombros y la entrega de víveres.
Además, hay que recordar que se han establecido puntos de acopios de ayuda para los damnificados en diferentes distritos limeños (puedes buscar el más cercano a tu domicilio aquí).
¿QUÉ SE NECESITA?
-Alimentos no perecibles.
-Platos, ollas, cubiertos.
- Agua y baldes con tapas para almacenarla.
-Pañales.
-Ropa (especialmente para niños de 0 a 12 años).
-Frazadas.
-Guantes y botas de hule para remover escombros.
[Foto de portada: Andina]
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