"Rajoy sucede a Rajoy tras casi un año de interinidad de Rajoy". Parece un juego de palabras pero lo cierto es lo que, en la práctica, acaba de suceder en España. Y así tituló el sitio El Español la nota sobre a investidura de Mariano Rajoy, líder del PP (centroderecha), quien fue reelegido este sábado por el Congreso como presidente del Gobierno español, lo que supone el fin a una larga etapa -más de 10 meses- de bloqueo político e inestabilidad en la democracia constitucional del país ibérico. En concreto fueron 315 días de Gobierno en funciones sin plenas facultades.

Fue el cambio de actitud de los socialistas (PSOE), que se abstuvieron de forma mayoritaria, lo que permitió la investidura de Rajoy, que logró 170 votos, aportados por su partido (137), los liberales de Ciudadanos (32) y una diputada moderada canaria.

En contra votaron 111 diputados, procedentes de la coalición de izquierdas Unidos Podemos, parlamentarios de distintos grupos nacionalistas y 15 del PSOE, quienes rompieron la disciplina del voto, porque este partido había decidido abstenerse.

La ausencia más notoria en la Cámara española fue la de Pedro Sánchez, el hasta hace un mes líder del PSOE, quien renunció a su escaño horas antes de la votación para no desobedecer la consigna de la cúpula que ahora dirige a los socialistas.

Aunque se acaba la incertidumbre política, la legislatura, que debería culminar en junio de 2020, no está garantizada en su totalidad. ¿La razón? Rajoy dispone de la posibilidad de disolver el Parlamento cuando lo desee, a partir de mayo próximo.

El propio Rajoy pareció aludir a esa posibilidad, durante su breve intervención en la cámara previa a su investidura, cuando adelantó que no admitirá que le impongan políticas con las que no esté de acuerdo.

Ofreció diálogo y se mostró partidario de trabajar por el consenso, pero subrayó que no negociará la unidad de España, en alusión al movimiento independentista catalán, y tampoco la estabilidad presupuestaria ni los compromisos derivados de la pertenencia a la Unión Europea.

Así, Rajoy dejó en claro que no admitirá que el Congreso, donde no tiene mayoría, pueda revocar las medidas que aplicó desde que accedió al poder, en diciembre de 2011. "Quiero un gobierno que gobierne, no que sea gobernado", advirtió el líder de centroderecha.

En el debate en el hemiciclo español, el socialista Antonio Hernándo justificó la abstención del PSOE, al señalar que desean evitar la convocatoria de elecciones en diciembre, las terceras en un año, debido a que el 31 de octubre vencía el plazo fijado por la Constitución para que haya Gobierno en España.

"Queremos evitar que se deslegitime nuestra democracia", afirmó Hernando, para quien Rajoy "no es el presidente que merece España", y lo acusó de implementar un gobierno que provocó en España "el deterioro de derechos de los ciudadanos, reformas económicas odiosas y quiebra de la cohesión social".

Entre lo grupo de izquierdas y nacionalistas, hubo fuertes críticas al cambio de posición de los socialistas que ha hecho posible la continuidad de Rajoy en el poder. 

El rey Felipe VI firmará este domingo el decreto de elección de Rajoy como jefe del Ejecutivo y podrá trabajar ya en la preparación de su nuevo gabinete ministerial, el cual se conocerá la semana próxima y cuyo primer objetivo es preparar el proyecto de Presupuestos del Estado para 2017.

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