La disputa por la Presidencia de Estados Unidos entre Hillary Clinton y Donald Trump ya empezó, con el inicio del voto presencial por adelantado y el voto por correo en 37 de los 50 estados del país. Este mecanismo ha venido ganando terreno: si en 1992 estaba por debajo del 15% del total de votos, en 2008 había subido al 30%, en 2012 al 40%, y ahora se espera un porcentaje todavía mayor. 

Se instauró a finales del siglo XVIII, en los primeros años de la democracia de EEUU, para que los campesinos pudieron llegar a tiempo a la población más cercana a sufragar ante cualquier imprevisto. Se suspendió en 1845 cuando se impuso el día único de votación: el martes siguiente al primer lunes de noviembre (que hasta la actualidad se mantiene como el día electoral central), pero volvió con la Guerra Civil (1861-1865), para que los soldados pudieran mandar por carta a sus familiares la papeleta de votación.

La batalla final entre Clinton y Trump será el 8 de noviembre, pero ya votaron cerca de 14 de los más de 46 millones de electores habilitados para hacerlo. ¿Qué dicen los primeros datos? Que hay mayor participación y tendencias más favorables para los demócratas en estados claves, como Florida, que tiene gran peso electoral. Ahí el voto por adelantado es, de momento, un 50% más alto que en las presidenciales de 2012, con un 99% más entre el electorado hispano, sector claramente contrario a Trump.

Además, según el New York Times, en Carolina del Norte, otro estado importante, el voto adelantado crece un 30%. Clinton iría seis puntos por delante del magnate, según el citado medio, ventaja que coincide con la media de sondeos de Real Clear Politics a nivel nacional.

Florida y Carolina del Norte son estados que no suelen ser bastiones electorales con una tendencia definitiva: a veces votan por los demócratas y otras por los republicanos, y en entre los dos suman 44 de los 270 votos electorales que se necesitan para para ganar la elección.

En Nevada o Arizona, donde tampoco suelen haber pronósticos claros, los vientos vienen soplando a favor de Clinton. Incluso en Nevada el número de votantes demócratas supera en 10 puntos al de los republicanos, con un caudal mayor de votantes hispanos frente a los blancos. En Arizona las tendencias están más parejas, pero eso ya es favorable para los demócratas, si se tiene en cuenta que, a estas alturas de los comicios del 2012, los republicanos ya les habían sacado 12 puntos de ventaja.

En Texas, otro estado de fuerte peso, con 38 votos electorales (17 menos que los 55 que otorga California, el de mayor peso electoral del país), también se registra un notable crecimiento de la masa de votantes, pero no se dispone de información sobre cantidades de electores tempraneros por partido.

"Hay un récord de más del 40% de participación", dijo Steven Rayshell, candidato a supervisor del condado de Dallas, donde se registraron unos 58.000 votos el lunes, primer día de la votación adelantada, frente a los 32.000 de 2012, según una nota de "El País". 

La campaña de Clinton espera que el factor latino sea el que incline la balanza a favor de los demócratas en Texas, donde hay latinos, negros y blancos casi en partes iguales. Es más, los hispanos, que son la minoría más grande de EEUU (56 de los 324 millones de habitantes que tiene el país), pueden ser los que encaramen a la Casa Blanca a la primera mujer en la historia del país.

Lee también:

Colin Powell le da la espalda a Donald Trump y anuncia que votará por Clinton

Lennie y Pearl: las adorables abuelas lesbianas que apoyan a Hillary Clinton

Obama pide a demócratas hacer que Clinton gane 'por mucho' para enviar mensaje a Trump