Los efectos del cambio climático y la deforestación producida por las concesiones que el Estado ha brindado a empresas extractivas, están causando más problemas que beneficios a las comunidades awajún, que habitan en las cuencas de los ríos Cenepa, Marañón y Santiago, en la región Amazonas.

Un informe del portal de investigación Ojo Público da cuenta que uno de los problemas que ha generado la penetración inconsulta del Estado y las transnacionales es, además de la reducción de cultivos y nuevas plagas, el incremento del VIH.

La nota, escrita por la periodista Nelly Luna, indica que en el año 2011, en Amazonas había 35 casos de VIH, y que en 2015 pasaron a ser 227, de los cuales 50 corresponden a mujeres adolescentes, según datos del Ministerio de Salud (Minsa). 

De estos casos, el 90% no tiene acceso a tratamiento con antirretrovirales, debido a la distancia. Los análisis de sangre que se les realiza a los awajún son enviados a Lima, donde se evalúan y se hacen los diagnósticos, para luego derivar los medicamentos correspondientes, que deben llegar a Nieva, donde está el centro de salud "más cercano", a seis horas en bote hasta las comunidades.

A esto se agrega que existe un desconocimiento del VIH entre la comunidad awajún, debido a que el Minsa no ha informado de manera adecuada sobre este virus. Muchos de los habitantes de esta población indígena la relacionan con brujería, y creen que se puede tratar con curanderos de la zona.

UN BOTÓN DE MUESTRA

Ojo Público cuenta en su nota el caso de una mujer awajún que llegó a Lima en abril del 2014, para atenderse en el hospital Arzobispo Loayza junto a su esposo. La señora descubrió que tenía VIH, como su esposo; y además se le detectó tuberculosis avanzada y anemia crónica.

A las tres semanas y con solo 33 kilos, la mujer y su esposo dejaron el hospital sin haber recibido tratamiento antirretroviral alguno; y retornaron a Condorcanqui. Sus familiares dijeron a Ojo Público que la pareja de esposos falleció tres meses después.

Aunque usted no lo crea, estas muertes por VIH entre la comunidad awajún, así como otras tantas, no forman parte de las cifras oficiales que el Estado tiene sobre este virus, que es la mayor epidemia en una región (Amazonas) en todo el país.

LAS MUJERES ADOLESCENTES Y LOS NIÑOS, EN LA COLA

En Condorcanqui, la provincia más pobre y con mayoría de población indígena en Amazonas, la tasa de mortalidad materno-infantil es la más alta; y el embarazo adolescentes alcanza al 20% de las mujeres; de las cuales el 80% tiene cuadro de anemia.

Los niños también son los más afectados. Las cifras oficiales dan cuenta que en esta provincia, mueren más infantes por neumonía que en otras regiones amazónicas; y que Amazonas es la segunda región donde los menores de cinco años mueren a causa de la malaria y la meningitis.

Esta realidad se ha ido incubando en estos años de "bonanza económica" y defensa del "modelo" que los políticos realizan desde Lima. Y en medio de esa realidad paralela, el Estado ha sido incapaz de responder adecuadamente.

Puede leer la nota completa en este enlace.

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