La tensión política en Venezuela está al límite. El domingo, la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, se declaró en rebeldía frente al gobierno de Nicolás Maduro en una sesión especial, luego de que la justicia de este país suspendiera el viernes el proceso para realizar un referendo revocatorio antes de fin de año. La consulta tenía el fin de lograr un cambio en el poder de la nación llanera, que está sumida en la peor crisis de su historia, con escasez de alimentos y medicinas de hasta un 80%, de acuerdo a estimaciones privadas, y una inflación calculada en 475% por el FMI para el 2016.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, sostuvo que la sesión extraordinaria en el Palacio Federal se convocó para lograr la restitución del "orden constitucional y la democracia".
"En Venezuela se ha dado un golpe de estado continuado. Venimos a oficializar ante el mundo entero que hubo una ruptura del orden constitucional", dijo durante la sesión el jefe de la bancada de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Julio Borges, mientras que en el hemiciclo los diputados opositores gritaban "el pueblo se respeta".
Pero el Pleno del Congreso venezolano se tuvo que suspender porque un grupo de chavistas irrumpió en la sede de la Asamblea justo cuando los diputados discutían la posibilidad de iniciar un juicio político a Maduro y el álgido tema de la supuesta doble nacionalidad, venezolana y colombiana, del mandatario, que lo inhabilitaría para ejercer el cargo.
Ramos Allup calificó el incidente como un hecho delictivo. "Grupos violentos extraños a la Cámara (...) tienen que ser sacados, que abandonen el hemiciclo", dijo, pero tuvieron que ser los mismos parlamentarios chavistas los que pidieron a los manifestantes abandonar el recinto y respetar las instituciones.
"Hacemos responsable al Ejecutivo de lo que pase en el Palacio Federal Legislativo", refirió el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Enrique Márquez, quien estaba haciendo uso de la palabra cuando ocurrió la interrupción.
La Asamblea decidió retomar el debate sobre la situación constitucional de Maduro el próximo martes.
Tensión social y política
La suspensión del revocatorio en un contexto de creciente rechazo popular hacia el gobierno de Maduro, abre una etapa de incertidumbre en Venezuela, que podría derivar en un estallido social, alertó la oposición, que llamó a la resistencia civil en las calles pero de forma pacífica.
La MUD convocó para el miércoles próximo a una movilización nacional y advirtió que "llegó la hora" de definiciones. El viernes, en una rueda de prensa, anunció una serie de iniciativas que buscan o la rectificación del régimen chavista o su salida del poder en breve.
El chavismo, por su lado, ya demostró que está dispuesto a hacer lo necesario, y hasta más, para impedir una consulta electoral, y apuesta por mantener en el poder al menos hasta el 2019 a Maduro y su modelo centralista, de clara vocación autoritaria y enemigo de la alternancia, que ha puesto a Venezuela al borde del abismo.
Una de las medidas esgrimidas por la oposición es evaluar en el Congreso un juicio político contra Maduro por abandono de cargo, debido a que el mandatario viajó sin autorización del Parlamento al Medio Oriente, aunque valgan verdades, esta es una práctica muy habitual de la era chavista. El otro camino es la petición a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que aplique la Carta Democrática Interamericana a Venezuela.
"Se inicia una etapa definitiva para la derrota de la dictadura", dijo la exdiputada María Corina Machado durante la protesta de mujeres celebrada en Caracas esta semana.
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