Con motivo de la campaña electoral reciente, en mayo algunos periodistas revelaron las identidades de unos personajes que fueron denominados "fujitrolls", que desde cuentas de Twitter en las que no revelaban su identidad real, difamaban e insultaban a activistas y políticos que cuestionaban la posibilidad de que el fujimorismo retorne al poder.
Más allá de la vergüenza que algunos pasaron (como el caso de uno cuyo usuario era @hostalmerlin), no hubo sanciones de la justicia reales y efectivas para estos personajes. Sin embargo, un reciente fallo judicial en España podría sentar un precedente.
El último miércoles 19, el diario El País de España informó que el Tribunal Supremo de aquella nación ratificó una sanción contra el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, que lo obliga a "tuitear" durante 30 días consecutivos que fue condenado por difamar en dicha red social al periodista Rubén Sánchez, vocero de la asociación de consumidores FACUA.
Pineda apeló la decisión, originalmente dictada por la Audiencia Provincial de Sevilla, que indica que el empresario "insultó al portavoz de FACUA" en su cuenta de Twitter. Además, deberá borrar los 57 "tuits" ofensivos contra Sánchez, quien lo denunció ante la justicia por este motivo; e indemnizarlo con cuatro mil euros.
A esto hay que agregar que Pineda cumple prisión preventiva "como supuesto cabecilla" de una extorsión sistemática a bancos y cajas municipales, denominada Operación Nelson. Nada santo este empresario.
¿QUÉ PODRÍA PASAR EN EL PERÚ?
Al respecto, la especialista en derecho Josefina Miró Quesada sostuvo (para variar) en su cuenta de Twitter:
Según Miró Quesada, esta sentencia de la justicia española podría sentar un precedente no solo en aquel país, sino en el Perú, donde se ha detectado a gente que difama y ofende en las redes sociales. Y si bien los casos de aquí eran de anónimos, luego sus autores fueron identificados. De más está decir que los que no se han escondido tampoco escapan a esta posibilidad.
Al caso de los "fujitrolls" se suma el de los "mudotrolls", quienes en las últimas semanas la han emprendido contra los impulsores de la campaña "Habla Castañeda", acusándolos incluso de ser terroristas. Cuidado que cualquier abogado hace un estudio del caso español y lo trae aquí. Y la sentencia puede ser más severa.