Horas antes de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, partiera a una gira por los países del Medio Oriente, el chavismo dio el golpe definitivo para evitar que el referendo revocatorio contra el mandatario se realice este año, como pretende la oposición, para lograr un cambio de mando en el país, sumido en una grave crisis económica, política y social.
¿Qué pasó? Cinco tribunales de provincia (Apure, Aragua, Bolívar, Carabobo y Monagas) liquidaron cualquier esperanza en Venezuela de que se organice la consulta popular, debido a que dictaron medidas cautelares para suspender el curso del proceso. ¿La razón? Investigar un supuesto fraude en la primera etapa del referendo, que consistió en la presentación ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) del 1% de las firmas del padrón electoral.
Esta última maniobra oficialista, que busca encaramar a Maduro en el Palacio de Miraflores al menos hasta el 2019, llega cuando la oposición se alistaba para el último paso -recolectar el apoyo del 20% de las personas habilitadas para votar- para convocar el referendo antes de fin de año. Tenían previsto cerrar esta etapa entre el miércoles 26 y el viernes 28 de octubre
Pero ahora todo el proceso quedó suspendido hasta nueva orden. El CNE ya anunció que acata las resoluciones de los cinco tribunales y, como cereza del pastel, hizo un llamado "al diálogo nacional como fórmula democrática por excelencia para preservar la paz y la estabilidad de la República".
Lejos del eufemístico pronunciamiento del CNE, controlado por el oficialismo, esta decisión judicial es combustible para la crispación política que hay en Venezuela y abre un período peligroso e incierto en medio de la peor crisis política y económica de la historia de país llanero. ¿Por qué? Porque el referéndum era, para muchos, el último recurso para evitar una confrontación entre los venezolanos. La tensión ya está al límite, y esta situación puede ser el acicate para un estallido social.
Ya se pronunció sobre este tema el gobernador del estado de Miranda, el líder opositor Enrique Capriles, contra quien la justicia, mientras asesta la estocada final al revocatorio, le dictó una orden que le impide salir del país.
La decisión de suspender el revocatorio en Venezuela deja sin piso los esfuerzos que venía haciendo una comisión de la Unión de Naciones Sudamericanas que es encabezada por los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana), para lograr que las partes en el conflicto se sienten a conversar.
La Mesa de al Unidad Democrática (MUD), que agrupa a las fuerzas de oposición en Venezuela, aún no se ha pronunciado formalmente sobre este tema, pero viene evaluando los escenarios que abre este decisión judicial en contra el plebiscito. Una salida podría ser reunir el 20% de firmas en los estados donde el proceso seguiría adelante, y desconocer la resolución del Tribunal Supremo, también controlado por el oficialismo, que obligaba a los promotores presentar las firmas en todas las provincias.
(Foto de cabecera: EFE)
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Otra maniobra del chavismo para aplazar el revocatorio contra Maduro