Escribe Alexandro Saco


La mafia que maneja parte del abastecimiento de medicamentos en los hospitales públicos del país hace mucho que opera. Roban medicamentos y los llevan a farmacias privadas, niegan la entrega para generar demanda en farmacias aledañas, tienen comprados a muchos profesionales de la salud en áreas clave de los hospitales y redes. El incendio del almacén del Minsa es muy posible que sea una respuesta de esta mafia al remezón que atraviesa el sector salud. 

El caso Moreno ha permitido visibilizar la captura del aparato público de salud por grupos de interés que parasitan los recursos públicos, y en su afán de lucro no escatiman en afectar la salud y la vida de los pacientes. Sí, muchas personas mueren en los hospitales por barreras generadas por estas mafias para las atenciones, lo que les permite derivar pacientes a sus negocios.

El gobierno por sí solo no podrá hacer frente a todos los intereses enquistados en el sistema de salud. Se requiere una convocatoria amplia, impulsada por la PCM y el Minsa, alrededor del instrumento que ha logrado mayor consenso en el campo de la salud en el país. El Acuerdo Nacional en Salud, aprobado en agosto de 2015. Ese es el instrumento idóneo, y el Acuerdo Nacional el espacio propicio para sacar la discusión de las cuatro paredes de la cuadra 8 de la avenida Salaverry.

La circunstancia ha colocado en la ministra de Salud, Patricia García, la oportunidad única de iniciar el proceso de reorganización de todo el sistema público de salud. ¿Entiende la ministra el momento histórico que está atravesando la salud con ella en el despacho ministerial? Esperemos que sí, y si no lo entiende es obligación de todos hacer que lo entienda de inmediato. La salud -hoy más que nunca- nos pertenece como problema nacional.

El letargo administrativo y de gestión, que contribuyen y suman a la indolencia que nuestros hospitales y centros de salud hacen sentir a la gente cada día, no variará con orientaciones de política y medidas administrativas. Se requiere un mensaje potente y acciones políticas desde el más alto nivel. PPK debería emitir un mensaje en relación a la reorganización de la salud. Pero si ello no sucede, los hechos que hoy atravesamos por sí solos son suficientes para impulsar una corriente de cambio en salud.

Nadie por sí solo, ni el Minsa, ni las autoridades que han transitado por este ministerio, ni los académicos, ni los colegios profesionales, ni los gremios de la salud, ni la sociedad civil, ni los partidos, ni el Congreso, tienen una fórmula o saben qué hacer para recuperar y reorganizar la salud en el país. Esta constatación es la base de un proceso que debe comenzar a andar hoy para reconstruir este desorden, y en 20 años lograr el sistema de salud que merecemos como país.

Los 8,000 establecimientos públicos de salud, los 250 mil trabajadores del sistema público de salud, y todos y cada uno de los recursos con los que nuestro sistema de salud cuenta deben estar al servicio de cada ciudadano. El sistema de salud y el sistema educativo del país son como el sistema sanguíneo y nervioso. Para que el cuerpo Perú pueda enfrentar los retos que tiene por delante es imprescindible recuperar y agilizar el sistema de salud.


(Foto cabecera: www.sciencebasedmedicine.org)