Como cada año el rey de España, Felipe de Borbón, presidió este 12 de octubre el suntuoso desfile militar con motivo del Día Nacional o también llamado Día de la Hispanidad en el país europeo. Una fecha con la que se busca, según la ley que la instauró, conmemorar 'uno de los momentos más relevantes para la convivencia política, el acervo cultural y la afirmación misma de la identidad estatal y la singularidad nacional de ese pueblo". El mismo día que hasta hace poco en casi toda Latinoamérica se celebraba como 'El descubrimiento de América'.

Decimos hasta hace poco porque en los últimos años muchos países de la región han buscado reivindicar el pasado de las civilizaciones existentes antes de la llegada de los españoles en el siglo XV. En Argentina, por ejemplo, se celebra el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, en Bolivia el Día de la Descolonización, en Ecuador el Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad, así como el Día de la Resistencia Indígena tanto en Nicaragua como Venezuela. Chile, un poco más neutro, ha apelado en mantener la celebración como El Encuentro de Dos Mundos, mientras que en el Perú la denominación oficial da cuenta del Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural.

la familia real española en primera fila durante el desfile de la fiesta nacional/ foto © Gtresonline

Sin embargo, esta tendencia a recordar lo que América fue hasta la 'conquista' no es hoy solo propia de los pueblos que se consideraron invadidos. En la misma España la llegada al poder de representantes ajenos a la política tradicional en algunos municipios y comunidades, ha hecho que las voces demandantes no se queden en determinados círculos, sino que lleguen a las instituciones en forma de desagravio.

Para entender ello en tiempos donde todo se expresa por redes sociales antes que por cualquier otro lado, basta revisar lo que señalaba el Partido Popular -hoy aún en el poder como Gobierno en funciones- a través de su cuenta en Twitter.

¿Y el presidente del Gobierno?


Volvamos a lo dispuesto en la Ley 18/1987 del 7 de octubre de 1987 por la que se establecía el 12 del mismo mes como Fiesta Nacional y Día de la Hispanidad.

"La fecha elegida simboliza la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos".

¿Es a esta 'proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos' por las que los representantes del Gobierno dicen que los españoles deberían sentirse orgullosos? Veámos qué dicen aquellos que, al contrario, sostienen que hay poco que celebrar.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, criticó con dureza no solo el sentido de la fecha sino también el gasto que las celebraciones encabezadas por la Familia Real demandan al erario nacional.


El alcalde de Cádiz, José María González, fue más específico a través de su cuenta en la popular red social, donde además compartió un artículo escrito en co-autoría con la consejala (regidora) María Romay, donde denuncia el que nunca se contó el relato completo

"La historia del 12 de octubre es uno de estos relatos incompletos, donde solo uno de sus dos protagonistas principales ha tenido el privilegio de ser también el narrador de los acontecimientos (...) Muy difícil cuando algunos nativos, antillanos primero y muchos de otras latitudes colonizadas después, recorrerían en las naves españolas el camino inverso y descubrirían a esta orilla del Atlántico un mundo en el que serían marcados a hierro (...) Algunos servirían como esclavos de aristócratas, maestres o mercaderes... En definitiva, resulta imposible tratar de disociar descubrimiento de conquista, o de invasión".


El Ayuntamiento (Municipio) de Madrid, encabezado por la exjueza Manuela Carmena, decidió colgar en la Junta Municipal de Centro a pedidos de colectivos del distrito, la bandera Wiphala, utilizada por etnias indígenas. Un gesto aplaudido por un gran sector ciudadanos.

Sin embargo, pese a que el mismo Municipio ha colocado en otras fechas banderas que representan a otros colectivos, como la del Pueblo Gitano o la del Orgullo LGTBI, miembros de las bancadas de derecha y centro derecha como la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, pidió a los miembros oficialistas que "dejen sus complejos a un lado y respeten la fiesta de la Hispanidad". 

Aunque eso de los 'complejos' suene más que ofensivo para algunos, lo cierto es que se trata de una mentalidad ya asentada en el imaginario colectivo de muchos españoles. Quizás a ellos lanzó un mensaje el excandidato presidencial y cabeza del grupo parlamentario de Podemos en el Congreso Nacional, Pablo Iglesias, con un video en el que respondía a los miembros del Gobierno que criticaron su ausencia en el desfile conmemorativo del 12 de octubre, el mismo que también ha utilizado para felicitar a los latinoamericanos por su independencia.

"Este es un mensaje para nuestros hermanos latinoamericanos. Frente a quienes pretenden celebrar la colonización, nosotros les decimos que estamos orgullosos de su independencia y de que podamos mirarnos a los ojos. Y estamos encantados de que hayan podido venir a nuestro país cientos de miles de trabajadores latinoamericanos a construir un país nuevo con nosotros. Feliz 12 de octubre".

Más de 500 años después muchos se siguen enfrentando por el sentido real que debería tener el recuerdo de una fecha en la que efectivamente dos culturas se vieron frente a frente. Aunque ahora, en el 2016, quede patente que en lo más alto del poder de la llamada 'madre patria', se escuchen por fin, casi en igualdad de condiciones, las dos posturas.


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