Hoy, 12 de octubre, se recuerda –se quiera o no– la llegada de los españoles a estas tierras. La historia oficial le dice Día de la Raza, Descubrimiento de América, Encuentro de dos mundos (y Día de la Hispanidad en España). Quienes llevamos ya cinco décadas recordamos los preparativos en 1992 para ‘celebrar-conmemorar’ los 500 años del “encuentro de dos mundos”. 

En España y en América los diversos gobiernos se prepararon para celebrar la ‘mezcla de razas, de culturas’. Se organizaron congresos, seminarios, espectáculos culturales, entre otros eventos. Y si bien hubo la ‘corriente’ oficialista también hubo su contraparte, organizada por la sociedad civil. Organizaciones no gubernamentales, grupos culturales, confederaciones indígenas y campesinas, intelectuales, universitarios, entre otros, llevaron a cabo actividades en las cuales la historia ‘oficial’ era cuestionada.

No pretendo recordar todo el debate en torno a esta discusión ni retomarlo, en tanto que el tema sigue latente (basta revisar el debate interno que hay actualmente en España y en otras naciones que tuvieron empresas colonialistas que finalizaron en reinos). Lo que sí quiero recordar es una iniciativa contracultural ejecutada entonces por un andahuaylino investigador de la cultura andina, comunicador social, compositor e intérprete de la música tradicional andina: Isaac Vivanco, Isacucha.

Isaac –fundador y conductor durante 14 años del entrañable programa radial ‘Tierra Fecunda’ nos dejó muy buenos recuerdos y sobre todo aquel casete que circuló entre universitarios e intelectuales: ‘¿Cuál encuentro, compadre?’. Una cinta concebida para esos 500 años que –obviamente- sacó ‘roncha’ entre el oficialismo de entonces.

A continuación una muestra de algunos de los temas de ese casete que –digan lo que digan– aún tiene vigencia en muchos aspectos.  

"Para nosotros los cholos, no hay descubrimiento,  para nosotros los runas, no hay descubrimiento. Pero eso si, con tus carabelas, iniciaste siembra de calaveras". Verso de Colón! Ya te descubrí!, tema de 'Cuál encuentro, compadre'