Alcalde de Barranco y luego de Lima, diputado hasta el autogolpe de Alberto Fujimori, congresista por 16 años, y presidente del Consejo de Ministros en el segundo gobierno de Alan García, Jorge del Castillo es uno de los pocos políticos que, valga la redundancia, ha hecho carrera política. Y durante ese tiempo, no ha podido escapar de denuncias por corrupción.
Pese a ese historial, el exjefe de gabinete se refirió a este tema, específicamente a situaciones ocurridas en el gobierno de Ollanta Humala; a quien el Apra, partido en el que Jorge del Castillo fue secretario general por siete años, no le ha perdido puntería.
En una entrevista con Perú 21, del Castillo afirmó sobre Humala:
"Al inicio, parecía que había un manto de protección (del régimen de Pedro Pablo Kuczynski) al gobierno de Humala. Pero la presión del Parlamento obligó al gobierno a dar algunas cifras preocupantes. También a pedido, los ministros han revelado en las comisiones más hechos preocupantes, como que en el Midis había 2,000 trabajadores en el 2011 y hoy hay 8,000. El Minegim tiene más trabajadores y menos producción. En Produce se incrementó personal en 85%. La inflada de personal fue muy fuerte. Estamos comprobando lo que nos dejaron las bombitas de tiempo, las malas operaciones, las pésimas compras. Finalizado el gobierno de Humala, los actos de corrupción están a la vista. El Minsa es un desastre, han gastado la plata de manera impropia, compraron sin licitaciones".
Si bien este y otros asuntos revelados en la entrevista deben ser investigados, y de ser comprobados, sancionados; Del Castillo debe recordar que luego de sus gestiones como alcalde de Lima (1987-1989) y presidente del Consejo de Ministros (2006-2008), salió más con más sombras que luces, ante denuncias por corrupción en su contra.
ALCALDE DE LIMA: MALA LECHE
Gracias a los "balconazos" de García en el inicio de su primer gobierno, Del Castillo fue elegido alcalde de Lima en noviembre de 1986 de manera inesperada, cuando todo parecía indicar que el izquierdista Alfonso Barrantes sería reelecto.
En su período municipal, fue denunciado por el supuesto uso ilícito de fondos para la construcción de un corredor vial en la avenida Alfonso Ugarte, en la que curiosamente, en la cuadra diez, se ubica la sede central del Partido Aprista.
Además, se recuerda el escándalo de la leche malograda en la Galería Pancho Fierro, en la sede de la Municipalidad de Lima; y un viaje a Seúl justo en el tiempo de los Juegos Olímpicos que se desarrollaban en la capital de Corea del Sur, con el objetivo de comprar buses para el transporte público que jamás llegaron.
El recuerdo de los limeños que superan los 40 años es de una ciudad de Lima llena de ambulantes por todas partes, suciedad en las calles y un incipiente caos del transporte urbano.
LOS PETROAUDIOS
Dieciséis años después, Del Castillo asumió su segunda función de gobierno: Presidente del Consejo de Ministros designado por Alan García. El "escudero" de García durante los años del fujimorismo se destacó por su carácter concertador al dialogar con las partes en conflictos sociales, por lo cual fue calificado por la oposición como "bombero".
Todo marchaba tranquilo para Del Castillo, quien incluso ya estaba preparando su postulación presidencial en 2011. Pero en octubre del 2008, estalló el escándalo de los "Petroaudios".
Este caso consistió en la revelación de diversos audios en los que se registraban conversaciones entre Alberto Químper, entonces director de Petroperú; y Rómulo León, para beneficiar a la empresa noruega Discover Petroleum con la licitación de unos lotes petroleros, además de diversos pagos a algunos personajes vinculados.
En los audios se menciona a los entonces ministro de Salud, Hernán Garrido Lecca; de Vivienda, Juan Valdivia; y al propio del Castillo, quien luego de defenderse en el Congreso, terminó presentando su renuncia el 10 de octubre.
Luego se supo que Del Castillo se reunió con el empresario dominicano Fortunato Canaán, en una de sus suites de su propiedad, lo cual ensombreció más su participación en este caso.
Aunque judicialmente quedó excluido, han quedado más sombras que luces en cuanto a la participación de Del Castillo en este tema. Además, su imagen ante la opinión pública no ha quedado bien parada: en las redes sociales lo sindican como cercano a la corrupción. Por ello, debiera tener más cuidado cuando se refiera a un tema tan pesado como este.
Foto de cabecera: Ojo Público.
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