Ha transcurrido -aproximadamente- un mes y medio desde la realización de la marcha #NiUnaMenos convocada y organizada por la sociedad civil para llamar la atención del país sobre la problemática de la violencia contra la mujer, la cual registra espantosas cifras. 

Estas -a pesar de la atención mediática que generó la acción ciudadana- no han disminuido. Un informe de Perú 21 señala que en el mes de julio se registraron 17 feminicidios y 16 tentativas de este delito. El mes siguiente, las muertes disminuyeron ligeramente, pero las tentativas aumentaron a 36. Estas estadísticas reafirman lo que muchos ya sabemos: el machismo, uno de las raíces de este problema es un enemigo duro de vencer. 

Ahora ampliemos la mirada. Según las cifras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), entre enero y agosto de este año se reportaron 85 feminicidios, 171 tentativas de feminicidio y 44,879 casos de violencia contra la mujer.

"En general, el promedio estándar de casos ha aumentado notoriamente en agosto, lo que evidencia que estamos en una situación de violencia muy grave", señaló a Perú 21 Betty Olano directora de atención integral frente a la violencia familiar y sexual. Sin embargo, no todo está perdido. Existen elementos para resaltar de manera positiva. Uno de ellos es el empoderamiento de nuestras compatriotas. "[...] las cifras también dan cuenta de que más mujeres se están empoderando, identifican su situación y, por eso, se están animando a denunciar", agregó la funcionaria

Sobre este punto, hay que mencionar que la iniciativa ciudadana #NiunaMenos jugó un rol importante. Recordemos que este espacio nació como un grupo en el cual ciudadanas peruanas relataban la violencia -en todos sus niveles- que han sufrido en diferentes etapas de su vida. Con el tiempo, el espacio se convirtió en un espacio de acción ciudadana para exigir al Estado y a la sociedad acabar con la violencia contra la mujer. Para ello no solo se organizaron marchas o intervenciones colectivos; también se compartió información legal pertinente sobre el acoso y el feminicidio. 

Olano también destaca -como un factor que anima a las víctimas a denunciar- la ampliación del horario de atención (24 horas) en cinco Centros de Emergencia Mujer (CEM) que operan en Arequipa, Trujillo, Lima, Villa El Salvador y Callao.

EL ESTADO: ¿ENEMIGO DE LAS MUJERES?

Existe un fenómeno que no se ha tomado en cuenta, a propósito de la preocupación social por el feminicidio: el cuestionamiento del machismo genera una respuesta más violenta de sus seguidores.

Patricia Sarmiento, adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, explicó que existen hombres que no toleran que su 'autoridad' sea cuestionada. "De ahí que su forma de demostrar su poder sea con más ataques, y por eso estamos viendo casos extremos de violencia", apuntó. 

Lo más grave, sin embargo, es la indiferencia del Estado ante esta preocupante situación. En esa línea, la representante de la Defensoría del Pueblo manifestó que se necesitan protocolos más rápidos para atender las denuncias de las mujeres violentadas (actualmente una mujer debe esperar 72 horas antes de recibir medidas de protección). 

"[...] si una mujer denuncia un hecho de violencia y es sábado y los juzgados no trabajan, nadie la protege. Si eso no se modifica, seguirá existiendo la probabilidad de que la mujer pueda ser violentada", explicó.

Otro aspecto a considerar es la falta de dinero que impide implementar estrategias efectivas: 

 "La ley plantea, por ejemplo, que la Policía implemente un sistema georeferencial de localización de las víctimas para darles seguridad, igualmente en Educación tienen el encargo de trabajar en la prevención de la violencia, y Salud debe atender a las víctimas, pero para estos encargos no se da a los ministerios una partida adicional", reveló.

En cuanto al rol del Poder Judicial para procesar y juzgar delitos de violencia de género, Elvia Barrios Alvarado, presidenta de la Comisión de Justicia de Género, señaló que, tras una evaluación, se ha detectado que no existen suficientes juzgados para atender los casos de violencia ni suficientes abogados de oficios para las víctmas. 

Cabe anotar que la percepción ciudadana con respecto al trabajo del sistema judicial no es positiva debido, principalmente, a fallos vergonzosos que han sido considerados -por muchos ciudadanos-  como promotores de la impunidad. 

Para cambiar esta situación, Alvarado ha adoptado una serie de medidas: 

"Estamos institucionalizando la perspectiva de género en la administración de justicia y creando conciencia de la discriminación que sufre la mujer y cómo esta impide que acceda a la justicia de forma igualitaria con los hombres. El objetivo es disminuir el alto porcentaje (60%) de mujeres que denuncia y luego se retracta del hecho". 

[Foto de portada: Andina]

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