Una de las principales 'teorías' -si cabe el término- que ha esgrimido Donald Trump en la campaña electoral de EEUU, como parte de su discurso xenofóbico y racista, es que los inmigrantes les quitan empleos a los estadounidenses y hacen que sus salarios bajen al trabajar por menos.

¿Es cierto esto? ¿Tiene asidero o una base sustentable? La respuesta es no, según un informe publicado este miércoles por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, aunque esta institución hace algunas salvedades.

El discurso de Trump sobre este este tema ha polarizado el debate en EEUU y ha calado en muchos  trabajadores estadounidenses, que luchan para recuperarse de la recesión y que dicen sentir que los inmigrantes provocan que se les excluya.

Trump atiza el nacionalismo rancio en el debate electoral en eeuu. 

El candidato republicano promete medidas radicales para reducir la inmigración legal, con controles que "impulsarían los salarios y asegurarían que las vacantes laborales se ofrezcan primero a los trabajadores estadounidenses"; mientras que su rival demócrata, Hillary Clinton, defiende la contribución de los inmigrantes a la economía de EEUU, sin importar su estatus legal o ilegal.

LAS CLAVES DEL ESTUDIO

El informe mencionado líneas arriba recoge investigaciones de 14 importantes economistas, demógrafos y otros académicos. Uno de estos es Marta Tienda, de Princeton, quien dice que el impacto de la inmigración es positivo en la economía de EEUU, pero el documento también incluye argumentos de otros que dudan de sus beneficios, como George J. Borjas, economista de Harvard. 

Este es un resumen de las conclusiones más resaltantes del informe (Vía el New York Times)

 “Descubrimos pocos o nulos efectos negativos a largo plazo en los salarios y empleos en general de los trabajadores nativos”, dijo Francine D. Blau, catedrática de economía en la Universidad Cornell, quien encabezó al grupo que elaboró el informe de 550 páginas.
 Algunos inmigrantes que llegaron en generaciones pasadas, y que no obstante continuaban en el mismo mercado laboral de salarios bajos que los extranjeros recién llegados al país, ganan menos y tienen mayor dificultad para encontrar empleos debido a la competencia con los recién llegados.
Los adolescentes que no terminaron los estudios preuniversitarios también ven mermadas sus horas de trabajo a causa de los inmigrantes, si bien no pasa lo mismo con su capacidad para encontrar trabajo. Blau explicó que los economistas han encontrado varias razones por las que los jóvenes que abandonan los estudios preuniversitarios batallan para encontrar trabajo. “No hay indicios de que la inmigración sea el factor principal”, manifestó.
Los inmigrantes altamente capacitados, en especial en tecnología y ciencias, que han llegado en grandes cantidades en años recientes, ocasionaron un importante “impacto positivo” en los estadounidenses calificados y también en la clase trabajadora. Estimularon la innovación, al ayudar a crear empleos.
“Las expectativas de crecimiento económico a largo plazo en Estados Unidos serían mucho más bajas sin la contribución de los inmigrantes altamente capacitados”, constata el informe. No se centró en los trabajadores de tecnología estadounidenses, muchos de los cuales han sido desplazados de sus empleos en años recientes por inmigrantes con visas temporales.

¿Los inmigrantes son una carga para el presupuesto?

El estudio aborda también este aspecto que preocupa a los estadounidenses, y señala -según el NYT- que "la primera generación de migrantes por lo general le cuesta a los gobiernos mucho más de lo que ellos contribuyen en impuestos y la mayor parte del costo recae en los gobiernos locales y estatales, principalmente debido al gasto de educar a los hijos de las familias inmigrantes".

Según el informe, el costo anual, en total, de la primera generación de inmigrantes asciende a unos 57 mil millones de dólares. Pero para la segunda generación de estas familias, los inmigrantes, que ya adquirieron una mejor educación y mayor capacitad tributaria, se convierten en un beneficio para las arcas públicas: aportan de cerca de 30 mil millones de dólares al año. Y la contribución al fisco se dispara mucho más en la tercera generación: llega a casi 223 mil millones de dólares al año.

"En las últimas dos décadas, la cantidad de inmigrantes en el país disminuyó 70 por ciento, a alrededor de 43 millones de personas; ahora son 13 por ciento de la población. Uno de cada cuatro estadounidense es ya sea un inmigrante o hijo de uno. Además, desde 2001, aproximadamente un millón de inmigrantes han entrado de manera legal a los Estados Unidos cada año", refiere el estudio.

El informe señala, por último, que la inmigración es "esencial para el crecimiento económico de la nación". ¿La razón? Los inmigrantes traen consigo nuevas ideas y se suman a una fuerza laboral estadounidense que se debilitaría sin ellos, ya que ayudan a garantizar el crecimiento continuo en el futuro.

¿Qué dirá Trump ahora?

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