El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, enfrentaron este jueves la "intolerancia" expuesta por el candidato republicano, Donald Trump, y defendieron los aportes de la comunidad latina a su país.

Ambos se presentaron en la gala anual del Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI), el cual conmemoró el comienzo del Mes de la Herencia Hispana.

En la ceremonia, Obama afirmó que "los inmigrantes no cambian el carácter estadounidense", como pretende inculcar Trump, sino que "son el carácter de Estados Unidos" y reiteró la necesidad de luchar contra la retórica y la política del odio.

"Ustedes vinieron aquí por las mismas razones que todos los inmigrantes, para trabajar, para lograr una vida mejor. (...) ¿Quién va a decidir cómo es el verdadero estadounidense? Porque a menos que seas un nativo americano, llegaste aquí desde otro lugar", señaló.

"Así que no podemos dejar que esa marca obtenga una victoria política. Y si lo impedimos juntos y si organizamos nuestras comunidades, si entregamos los votos suficientes, a continuación, los mejores ángeles de nuestra naturaleza llegarán, y el progreso sucederá", afirmó el mandatario.

Obama centró su discurso en recordar que la recuperación de la economía de la dura crisis económica de 2008 "tiene que llegar a todos" y rechazó, aunque sin nombrarlo, la retórica antiinmigrante que ha desplegado Trump. 

"Tenemos que asegurarnos de que esta recuperación alcanza a todos los estadounidenses, proteger a los niños de la locura de la violencia armada y hacer de la reforma migratoria una realidad en este país", agregó.

Momentos después, Clinton tomó el escenario y visiblemente recuperada de la neumonía que la apartó durante tres días de la campaña, arremetió contra el multimillonario por no haber reconocido horas antes, en una entrevista con el diario The Washington Post, que Obama nació en suelo estadounidense. 

"Dondequiera que voy, la gente me dice lo preocupados que están por las políticas extremas y la retórica divisiva que han oído de mi oponente. Desde la mentira racista de los inmigrantes mexicanos que lanzó su campaña a su ataque racista contra un juez federal", dijo Clinton ante los asistentes.

La ex secretaria de Estado hizo hincapié en las diferencias de sus políticas e ideales hacia la comunidad latina frente a las del multimillonario, e insistió en que los comicios de noviembre son especialmente claves para esa minoría ante la "peligrosa" retórica del magnate.

"No son extraños. No son intrusos. Son nuestros vecinos, nuestros colegas, nuestros amigos, nuestras familias. Los miro y estoy con ustedes", aseguró en la ceremonia.

La aspirante demócrata no olvidó una de las grandes asignaturas pendientes para la comunidad, la aprobación de una reforma migratoria integral, que fue promesa electoral de un joven senador Barack Obama en 2008, y que sigue sin lograrse. 

"Presentaré una propuesta de reforma migratoria en mis primeros 100 días como presidenta. (...) E incluirá un camino a la ciudadanía", dijo, además de reiterar que ampliará las medidas migratorias del mandatario para poner fin a las deportaciones.

"Ningún niño debería tener que decir adiós a sus padres cada mañana sin saber si su madre o su padre estarán ahí cuando vuelvan a casa", añadió la ex secretaria de Estado, sobre la separación familiar que viven los hispanos a causa de las deportaciones.

Con información de Efe.

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